La niña que quiso ser Lulú

"La perla de Monegrillo ha ganado el Oscar". Ese fue el mensaje que Penélope Cruz le envió a Bigas Luna, poco después de recoger el galardón a la mejor actriz secundaria en el Kodak Theatre de Los Ángeles.

Así la llamaba el director catalán durante el rodaje de Jamón Jamón, la película que sirvió para descubrir a Penélope Cruz y a Javier Bardem, los dos únicos españoles con un Oscar a la mejor interpretación. "Me hace mucha ilusión; ella y Javier son como de la familia", confiesa Luna. "Ahora sólo queda que Jordi Mollá gane el Oscar el año que viene", bromea, al recordar al tercero de los tres actores jóvenes que debutaron en la primera cinta de su trilogía ibérica.

Efectivamente, el talismán de talentos de Bigas Luna funciona como el olfato de un perro de caza. "Me gusta descubrir a gente joven, canalizar la energía de los que empiezan", admite quien apostó por Benicio del Toro cuando empezaba (Huevos de oro, 1993) o por Verónica Echegui (Yo soy la Juani, 2006).

Luna supo reconocer la raza que derrochaba una muchacha de 14 años cuando se presentó en el cine Capitol de Madrid, con la intención de que la escogieran para interpretar a la protagonista de Las edades de Lulú (1990). "Era demasiado joven, le dijimos que sus padres no la dejarían", recuerda. "Pero no la olvidamos", admite. De hecho, tal y como precisa Luna en el libro El poderoso influjo de Jamón Jamón, de Javier Angulo, Penélope le marcó ya entonces: "En aquel casting le comenté que tenía unos ojos muy bonitos y ella me dijo: "Mi madre me dice que es de pelar cebollas". Aquello, asegura, le inspiró para escribir Jamón Jamón.

Luz y sensualidad

Así que, cuando en el verano de 1991, Luna tuvo que buscar a Silvia, la joven pueblerina y sensual de su octava película, se acordó de aquella niña. "Penélope tenía entonces un aspecto físico precioso, estaba llena de luz y sensualidad", recuerda.

"Me hace mucha ilusión; ella y Javier son como de la familia", confiesa Luna

Una vez en el rodaje, hubo que pararle los pies al exceso de energía de los tres debutantes. "Me asusté. Llevé a Javier, Jordi y Penélope aparte, y les advertí que se relajaran, que una película no se hace en un día. Allí mismo les dije que serían tres grandes del cine español".

El Oscar de Penélope significa, además, una ola de reestrenos y reventas de la película para televisiones de todo el mundo. "El resurgimiento del fenómeno Jamón Jamón empezó el año pasado con el Oscar de Bardem, pero éste se ha disparado", confiesa.

Para Luna, Penélope tenía y sigue teniendo dos cualidades esenciales: "Una mirada sensual, ingenua y dulce y una forma de caminar cautivadora". Diecisiete años después, ¿cómo es la mirada de Penélope? Papa Bigas como le llamaba el trío de Jamón Jamón admite: "Ahora es la mirada de una estrella".