Este artículo se publicó hace 15 años.
La "Niña de los cupones" dice que quiere que la juzguen por su arte, no por su discapacidad
Un antibiótico le mató el nervio auditivo y la dejó sorda cuando sólo tenía 6 años. Lejos de venirse abajo se convirtió en la primera sorda que finalizó los estudios de danza española y hoy en día María Ángeles Anguita, "La niña de los Cupones", ya ha puesto en escena dos espectáculos.
Hija de un matrimonio sevillano que emigró a Suiza, por lo que nació en Aarau (1975), pero afincada en el barrio de Macarena desde muy pequeña, las mañanas las dedica a vender cupones de la ONCE y por las tardes se marcha a los "tablaos" para dar rienda suelta a su pasión: el baile flamenco.
Lejos de encerrarse en el silencio, "La niña de los cupones" fue perfeccionando su técnica a base de la lectura de labios y de memorizar letras y movimientos hasta decidir que el escenario le iba a servir para buscar su integración en la sociedad y romper barreras.
Pionera en el cante y baile en lenguaje de signos en España, ha subrayado en una entrevista con EFE: "la ONCE me ayuda y me apoya mucho porque me ayuda a integrarme socialmente y no sólo porque sea sorda sino que busco la misma integración que cualquier otra persona tiene".
No obstante, María Ángeles Narváez lo tiene claro: "quiero que la gente me juzgue por cómo soy como artista y no por mi discapacidad, me gusta que la gente vea las barreras que puede haber entre la comunicación y la incomunicación y por eso juego con la metáfora", señala con motivo del estreno en Ceuta de su espectáculo.
Por ello, subraya que le gusta que el público diga que ahora canta el cantaor y ella baila pero después ella canta con las manos y el cantaor no canta, "es decir, hay signos que se entienden porque son expresivos y prefiero ser única que la mejor".
A los 6 años ya estaba sobre los escenarios aunque desde hace tres lo hace con una compañía de artistas. "Antes de subir estaba nerviosa pero ahora los nervios los llevo en el bolsillo porque es todo pasión lo que siento y me encanta subir al escenario porque me lo paso muy bien, aunque en ocasiones sientes inseguridades".
"Hay muchas bailaoras pero que canten y bailen flamenco en lengua de signos y que lo integren en su espectáculo hay pocas que yo conozca, yo quiero que la gente juzgue por cómo eres como artista y no por si eres sorda o te falta un brazo, ya que hay montones de artistas que no transmiten y no tienen ninguna minusvalía".
Su última apuesta, estrenada este mes, ha sido el espectáculo "Yo soy del aire", segundo de su carrera después de "30 decibelios" (capacidad auditiva que le queda en uno de los oídos), con el que se dio a conocer. Este nuevo trabajo "se basa en una mujer empeñada en romper falsos estereotipos en su búsqueda de la libertad".
El espectáculo "cuenta a través de la lengua de signos una serie de historias que van acompañando al baile, acordes con los músicos, y quizás lo más significativo es que se trata de una actuación llena de metáforas".
La función, que este fin de semana ha estrenado en Ceuta, según ha explicado, "no está sobrecargada de partes en las que se emplee la lengua de signos porque yo tengo que bailar y mostrar mi energía, mi vitalidad y mi fuerza".
"La niña de los cupones" ha expresado a EFE su sueño: "quiero hacer más espectáculos, algo sobre Beethoven y también aspiro a hacer un espectáculo más grande y con más artistas, así como rodar un anuncio para la ONCE".
Rafael Peña
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.