Este artículo se publicó hace 16 años.
Natalia Rodríguez e Iris Fuentes-Pila esperaban más de la final de 1.500
La catalana Natalia Rodríguez y la cántabra Iris Fuentes-Pila, sexta y octava en la final de los 1.500 metros, salieron con cierto sabor agridulce por no haber conseguido mejores posiciones y en el caso de la primera incluso hasta subir al podio.
Rodríguez, de 29 años, había sido ya dos veces sexta en los Mundiales de Edmonton'01 y Helsinki'05 e igualó con Mayte Zúñiga como mejor española en una final olímpica de los 1.500 metros (Barcelona'92).
"Es verdad, lo leí recientemente. Vaya, a ver si la pasamos algún día", indicó la tarraconense sobre Zúñiga, mientras que en cuanto al sexto puesto afirmó, entre sonrisas: "No sé qué pasa, igual algún día doy el salto directamente al primero".
La plusmarquista española, que ha estado retirada de la competición dos años entre lesiones y posterior maternidad y que participaba en sus terceros Juegos, hizo un tiempo de 4:03.19
Explicó que pesaba que "iba a ser una carrera rápida, porque por el clima hacía bastante bueno como para que la gente corriese bastante. También es verdad que llevo poquitas competiciones y quizá me faltaba un poco de ritmo de competición".
"Empecé en Barcelona el 19 julio y luego fue todo muy seguido con el Campeonato de España y Mónaco -donde logró la mínima para estar en los Juegos- y luego aquí directamente. Ha sido todo bastante justito", señaló.
Indicó que volvería a hacer la misma táctica de la carrera, puesto que no se colocó en la parte delantera porque iban todas "un poco apelotonadas" y hubiera tenido que ir por la calle 2, algo que no la convenía.
Consideró que igual cambió demasiado pronto, pero que es difícil no hacerlo cuando se ve que las de delante se van. "De todos modos, aunque hubiera ido más adelante, las fuerzas ya iban muy justitas. Fue una carrera un poquito complicada y son todas muy fuertes", dijo.
"Por mucho que tengas la táctica un poco preparada las demás también la llevan preparada", apuntó Rodríguez, quien agregó que en la última recta sus rivales venían "muy fuerte" por detrás y ella se hundió "totalmente".
La atleta catalana, quien reiteró que había "corrido como tenía que correr", admitió que se iba con una sensación extraña, parecida "un poco a la de Atenas", porque creía que podía luchar por la medalla
La cántabra Iris Fuentes-Pila, que se estrenaba como finalista en sus segundos Juegos Olímpicos, acabó octava con 4:04.86, y no muy contenta porque también aspiraba a estar incluso cerca del podio.
"No me he encontrado nada bien, no he ido cómoda y me ha dado mucha rabia", reconoció la atleta española, quien sabía que se iba a producir el cambio de ritmo definitivo a falta de una vuelta pero que "no tenía fuerzas para estar en cabeza y cuando han dado el cambio estaba muy atrás", por lo que no pudo estar cerca de las que se jugaron los primeros puestos.
"Esperaba estar entre las seis o cinco primeras. Estoy contenta porque lo hubiera firmado antes de venir, pero al ver esta carrera tan abierta ya pensaba en todo", dijo.
Iris Fuentes Pila comentó que las atletas que coparon el podio estuvieron lejos de las demás, pero que "de haber estado como debería haber estado" podía haber terminado sobre la cuarta posición.
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