Este artículo se publicó hace 15 años.
Unos murciélagos practican sexo oral para alargar el coito
Se trata del primer hallazgo científico de este hábito sexual entre una especie no humana
Los humanos practican sexo oral con naturalidad en sus relaciones sexuales y al parecer eran los únicos entre los mamíferos, pero se conocían algunas excepciones que se acercan a esa práctica sexual.
Por ejemplo, los jóvenes bonobos Pan paniscus lo practican como forma de juego, la hembra orangután 'Pongo pygmaeus' interrumpe en ocasiones el coito para manipular el pene del macho con el objetivo de -se cree- estimular la excitación de su compañero, o el macho lemur 'Lemur catta' a menudo lame los genitales de su compañera para comprobar si está en celo, entre otros.
Aquellos que tengan perros conocerán la repetida costumbre de sus animales de olfatear y chupar los miembros de otros congéneres.
Ahora se ha conocido una práctica similar a la de los humanos entre la especie de murciélagos fruta de nariz corta Cynopterus sphin. Un grupo de ocho científicos de diversas universidades chinas han grabado las actos sexuales de esta familia animal y han descubierto que las hembras lamen el pene de su compañero.
El macho murciélago persigue a su hembra preferida, que se muestra poco interesada en su admirador, hasta conseguir penetrarla. La hembra inclina entonces la cabeza y lame la base del pene de su compañero, consiguiendo así alargar la copulación seis segundos por cada lamido dado.
Los científicos encuentran varios beneficios evolutivos en esta práctica sexual para la especie en cuestión: la saliva proporciona una mayor lubricación para macho y hembra, además de proteger a ambos de enfermedades provocadas por bacterias que se encuentran en los genitales; la hembra busca así fidelizar a su compañero y poder reconocerse para el próximo encuentro.
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