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Multas y empujones para desalojar a unos jóvenes que tocaban música en la calle en Chueca

Cerca de 15 agentes de la Policía Municipal ordenaron a los jóvenes que se identificaran y abandonaran el lugar, sin explicar los motivos para ello. Intentaron impedir la toma de imágenes a los numerosos testigos

ALEJANDRO LÓPEZ DE MIGUEL

Una quincena de agentes de la Policía Municipal multaron y empujaron a un grupo de jóvenes que tocaban música en la plaza de Vázquez de Mella, del madrileño barrio de Chueca, sobre las 00:40 horas de este sábado. En plena celebración del Orgullo Gay, los agentes obligaron a cinco jóvenes de entre 23 y 24 años a dejar de tocar sus instrumentos sólo un par de minutos después de que empezaran a hacer música, instándoles además a abandonar la plaza.

Según uno de los miembros del grupo,  al preguntar a los agentes el motivo por el que debían desalojar la plaza, los policías empujaron contra la pared a tres de ellos, exigiendo que se identificaran con sus DNI, amenazándoles además con llevarles a comisaría. Otro de los afectados relata cómo los agentes intentaron confiscarles un cajón de percusión, que posteriormente golpearon contra el suelo. Según los testigos, la agresividad de algunos de los policías contrastaba con la tranquilidad de los jóvenes identificados, entre siete y ocho, según pudo constatar este diario, a los que informaron de que también deberán afrontar una sanción económica.

Mientras tanto, el resto de agentes intentaban impedir la toma de imágenes a los numerosos curiosos que llegaron a congregarse en la zona, llegando incluso a propinar golpes y dirigir insultos a algunos de ellos y a requisar teléfonos móviles, que devolvieron posteriormente. Los afectados han declarado a Público que no tienen previsto denunciar los hechos.

El dispositivo policial, que en un principio contaba con cinco agentes, llegó a reunir hasta a quince policías, que en su mayoría llevaban visibles sus correspondientes números de identificación. Los jóvenes identificados aseguran no comprender el motivo que llevó a los agentes a proferir amenazas e insultos y critican que uno de ellos 'ni siquiera supo responder qué ley impedía grabar' cuando uno de los presentes formuló esta pregunta. Tampoco saben porqué les impidieron seguir tocando en un contexto festivo y bullicioso, pero no evitaron algunas peleas o la venta ilegal de bebidas alcohólicas en la vía pública.

Unos minutos después de lo ocurrido la tranquilidad regresó a la céntrica plaza madrileña, especialmente engalanada para la celebración de la popular y lucrativa fiesta para reivindicar los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, con el lema Jóvenes sin armarios. En esta edición, las asociaciones organizadoras han criticado las 'zancadillas permanentes' que a su juicio les ha puesto el Consistorio, al que acusan de querer retrasar los trabajos y de dilatar en el tiempo 'la mayoría de las promesas ofrecidas de celebración'.

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