Este artículo se publicó hace 15 años.
Las mujeres planifican mejor su último adiós
Las mujeres planifican mejor que los hombres su último adiós, porque son más conscientes de las cuestiones importantes de la vida y tienen más tiempo para reflexionar sobre la muerte pues suelen quedarse solas antes.
En una entrevista con Efe, el médico Jesús Poveda, quien acaba de publicar "El buen adiós" (Espasa), explica que el varón "suele estar más en lo urgente y menos en lo importante", justo lo contrario a lo que hace la mujer en el día a día.
Ellas también son más previsoras: los testamentos vitales hechos por mujeres en la Comunidad de Madrid doblan a los inscritos por hombres, y en el País Vasco las instrucciones previas de éstas suponen un 66 por ciento del total.
Según Poveda, el hecho de que ellas concedan más importancia a la muerte se explica también porque los hombres tienen una menor esperanza de vida y al quedarse solas antes "hacen la previsión de su muerte y viven un periodo de soledad en el que pueden reflexionar".
Además, suelen superar antes las pérdidas porque disfrutan de una red social más amplia, un elemento clave para el proceso del duelo.
Por contra, los hombres se comunican menos y son más introvertidos, lo que dificulta la elaboración del duelo, ha añadido el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
En el libro, escrito junto a Silvia Laforet, Poveda apunta a dos factores esenciales a la hora de decir adiós a un ser querido: la comunicación y tiempo dedicado.
La comunicación no se basa en el tópico de que "hablando se entiende la gente sino en escuchar al otro y atender no sólo a lo que nos cuenta sino cómo lo dice. La comunicación no verbal en este momento de la vida es especialmente relevante".
El segundo aspecto es el tiempo dedicado a esa persona, "no tanto el tiempo cronos, medido en horas, sino en tiempo de encuentro, estar plenamente con ella. Quizá cuando llega la muerte suele haber un distanciamiento porque nos da miedo nuestra propia muerte".
A juicio de este médico, la mayor preocupación cuando se acerca la muerte no es tanto el propio fallecimiento como el hecho de cómo van a quedar los demás, de ahí lo importante de dejar indicaciones, no sólo a nivel jurídico o testamentario sino a nivel emocional.
"Así las personas que nos quieren van a saber qué hacer, les resultará más llevadero, tendrán que ocuparse de cosas y no sólo tendrán el sentimiento de pérdida", ha añadido Poveda, quien ha tratado en su consulta a muchas víctimas de los atentados de 11-M.
Algunas de estas personas acudieron en busca de ayuda, porque no consiguieron elaborar su duelo cuando ocurrieron los hechos debido a la presión social, política y mediática del momento.
Algunos pospusieron este duelo hasta año y medio después.
"El buen adiós" recoge experiencias reales de enfermos, familiares y profesionales en situaciones tan comunes como difíciles: muertes inesperadas, enfermedades terminales o la comunicación de las malas noticias.
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