Muere el hombre más viejo del mundo
El británico Henry Allingham murió a los 113 años. Tenía cinco nietos, 12 bisnietos, 14 tataranietos y un chozno
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El británico Henry Allingham, el hombre más viejo del mundo y ex combatiente de la I Guerra Mundial, que atribuía su longevidad al tabaco, el whisky y las mujeres, murió este sábado a los 113 años, informó el hogar de ancianos donde vivía.
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Allingham, que sirvió en la Royal Navy (Marina) y en la Fuerza Aérea británica en la Gran Guerra, era hasta hace poco una persona muy activa y había celebrado el pasado 6 de junio sus 113 años, señaló hoy el hogar de ancianos St.Dunstan, en la localidad de Ovingdean, en el condado de East Sussex (sur de Inglaterra).
"Todo el mundo en St. Dunstan está apenado por la pérdida de Henry y enviamos el pésame a la familia", señaló el director del hogar, Robert Leader, al dar a conocer la noticia.
Según Leader, Allingham tenía un "gran sentido del humor" y era representante de una generación que luchó mucho por el país.
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"Tenía una gran personalidad y se le echará de menos", resaltó el director de St.Dunstan.
Según informó Leader, el funeral por Allingham tendrá lugar este mes, en una fecha aún por acordar, en la iglesia de San Nicolás, en Brigthon (sur de Inglaterra).
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Allingham, el último sobreviviente de la batalla de Jutlandia (en las costas danesas) en la I Guerra Mundial, tenía cinco nietos, 12 bisnietos, 14 tataranietos y un chozno.
En septiembre de 1915 se unió a la Royal Navy antes de pasar a la Real Fuerza Aérea (RAF) en abril de 1918.
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En noviembre del año pasado tomó parte de las ceremonias para recordar el nonagésimo aniversario del fin de la Gran Guerra y llegó a decir que no podía olvidar el conflicto aún haciendo un esfuerzo.
"Vi muchas cosas que gustaría olvidar pero nunca las olvidaré, no puedo hacerlo", dijo entonces a los medios británicos.
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Estaba en posesión de varias condecoraciones, la Medalla Británica de la Guerra, la Medalla de la Victoria y la Legión de Honor, el reconocimiento militar más alto concedido en Francia.
En la II Guerra Mundial, Allingham ayudó a desactivar minas alemanas que habían sido utilizadas para bloquear el puerto de Harwich (sureste de Inglaterra).
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El fundador de la Asociación de Ex Combatientes de la I Guerra Mundial, Dennis Goodwin, dijo que Allingham era un "auténtico caballero", un hombre que "ha dejado un legado al país", como "los recuerdos sobre cómo era haber participado en la I Guerra Mundial".