Este artículo se publicó hace 13 años.
Mónica Naranjo hace saltar las alarmas del Arteria Coliseum con "Madame Noir"
En "Madame Noir", el nuevo concierto de Mónica Naranjo en el que se entremezclan música y un guión cómico, es difícil distinguir ficción y realidad, cuánto hay de parodia en su interpretación de diva y, como ha sucedido esta noche, por qué las alarmas del Arteria Coliseum han saltado en mitad del show.
"Más que un concierto, parece ya una obra de teatro de La Cubana", ha dicho la artista para justificar el accidentado estreno esta noche en Madrid de esta producción, que iba como la seda hasta que, en el tramo final, han saltado las alarmas por motivos no justificados, interrumpiendo unos quince minutos su desarrollo.
Pese a los imprevistos, ha quedado claro que Naranjo ha plantado el estilo gótico del disco "Tarántula" y que, en un nuevo giro artístico dentro de su carrera, ha rendido a un público seguidor de su música, con una interpretación (auto)paródica y excesiva de una diva de los años 50.
Metida en este rol, la cantante -ahora también actriz- ha ofrecido un show de dos horas, en el que un guión teatral ha articulado el repertorio musical, dominado por la influencia del álbum "Minage", que se ha hecho acreedor de los aplausos de la concurrencia, puesta en pie y entregada desde el minuto 0.
Como una perla brillante, con un conjunto en este color que parecía sacado de "L.A. Confidential" y enfundada en una vitola de piel blanca, Naranjo -una Verónica Lake con la garganta de la italiana Mina- ha hecho una sorprendente aparición desde el patio de butacas interpretando el primer tema.
Surgir desde atrás ha sido su único momento de renuncio. Una vez en el escenario, aparentemente cómoda en un papel que le viene como anillo al dedo, la intérprete de "Desátame" se ha hecho dueña y señora del espectáculo, no sólo en lo musical, sino también en los pasajes teatrales, que tratan de recrear cuanto se mueve entre bambalinas.
Naranjo ha declarado que hacer discos porque sí le aburre. Quizás eso explique esta fórmula combinada con el guión de Miriam Díaz Aroca, en el que la cantante se ríe de todas las artistas pagadas de sí mismas, incluida ella, arropando un montaje musical crudo y arriesgado por sí solo, con el simple acompañamiento de un piano.
Al final, hay que decir que el público de esta noche ha acogido muy bien las partes cómicas en que interviene la cantante, pero mucho mejor aún las actuaciones musicales, con todo lo que eso comporta en Mónica Naranjo, incluidos los excesos vocales que son marca de la casa.
A todo ello hay que añadir el riesgo de un repertorio que no se movía por las líneas más "petardas" o discotequeras de su producción (eso se ha quedado aquí en la parte cómica) sino por un sendero más lento y denso, como "Lágrimas de escarcha" (de "Chicas malas") o "Para siempre" (de "Tarántula").
El álbum "Minage", que Naranjo dedicó a su icono musical Mina, cobra un protagonismo intenso en "Madame Noir", tanto por las canciones como por el estilo: "Mi vida por un hombre", "Ahora ahora", "Enamorada" y "Abismo" suenan en el espectáculo y, por si no fueran suficientes, aborda otros temas de la italiana como "E poi" o "E penso a te".
Tras pasar por otro modelo de chaqueta y pantalón de color marfil, Naranjo se ha calzado un conjunto negro con falda de talle alto estilo años 50 y ha acometido el bloque final del show con "Insensatez", que grabó para el disco "Samba pa ti", que músicos españoles dedicaron a la música brasileña.
Ha sido entonces, en plena interpretación de "Balada para mi muerte", en un momento del espectáculo que casualmente simula un apagón, cuando han empezado a sonar las alarmas del teatro. La artista, que ha seguido cantando unos minutos más, ha terminado abandonando el escenario como si se tratara de parte del guión.
Sólo la bajada del telón, los minutos de vacío y las excusas que finalmente ha ofrecido la organización han sacado al público de la ensoñación. Resuelto el problema, y como reza la máxima de todo show, el espectáculo ha continuado para afrontar "Nessun Dorma", donde ha desatado su potencia vocal y el reconocimiento del público.
"La soledad es el único castigo", han sido sus últimas palabras como "Madame Noir", que repite una noche más en Madrid. Después, viajará a Granada (3 de junio), Roquetas de Mar (4), Barcelona (11), Murcia (17 de septiembre), Las Palmas (1 y 2 de octubre) y Zaragoza (14).
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