Mohamed: "A mí también me han quitado la vida"
El padre de Rayan, que había decidido renunciar a la demanda por la muerte de su mujer, Dalilah, denunciará ahora al Hospital Gregorio Marañón por el error fatal que mató a su bebé
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"Voy a llegar hasta las últimas consecuencias". Mohamed Mimouni explicaba anoche, tras despedir a su hijo Rayan con una ceremonia religiosa en la mezquita madrileña de la M-30, que denunciará al Hospital Gregorio Marañón de Madrid por la negligencia que el lunes acabó con la vida del bebé, hijo de Dalilah, la primera fallecida por la nueva gripe en España.
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El joven, de 21 años, roto por el dolor (ver vídeo), no acertaba a precisar a quién más pedirá explicaciones. "Esto me ha hundido", repetía con voz cansada desde el otro lado del teléfono. Lo que sí tiene claro es que la enfermera que cometió la negligencia que acabó con la vida de su único hijo no es la única responsable. "Mi hijo era el que peor estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), su caso ya era tremendo y pusieron a cuidarle a una enfermera en su primer día de trabajo", denuncia.
Mohamed anunció hace 15 días, cuando murió su esposa, Dalilah, que acudiría a los tribunales porque no se atendió a la mujer en las Urgencias del hospital hasta que acudió por cuarta vez. No obstante, ayer anunció que se había vuelto atrás en sus intenciones.
Su bebé, Rayan, nacido por cesárea a las 28 semanas de gestación, había conseguido sobrevivir, con sólo un kilo y 400 gramos de peso. "Ya no iba a denunciar por no remover mi dolor y porque estaba feliz con mi hijo", confesó.
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La alegría de que Rayan nacido un día antes de que muriera su madre, el pasado 29 de junio, el día en que ella cumplía 20 años ni siquiera se hubiera infectado por el virus H1N1 que mató a su madre ayudó a Mohamed a empezar a rehacerse de la pérdida. Hasta que el lunes a mediodía tras 15 días en la UCI y con una evolución favorable, como cualquier otro prematuro su hijo murió.
El domingo por la noche, una enfermera le inyectó en vena el preparado lácteo con que se le alimentaba, en lugar de administrárselo por la sonda nasogástrica reglamentaria. Los médicos intentaron durante toda la noche limpiar la sangre del bebé. Pero Rayan murió el lunes a mediodía.
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Mohamed, que ese día fue incapaz de articular palabra, se sentía ayer abatido. "Ya ves cómo me han pagado el no denunciar, metiendo a una aprendiz para acabar con dos vidas de golpe. A mí también me han quitado la vida", se lamentaba.
La familia se ha puesto en contacto con un bufete de abogados de Ceuta, que todavía no ha decidido si aceptará representarla en los juzgados.
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Fuentes del despacho explicaron ayer que se reunirán con la abuela materna de Rayan, que estos días está en Madrid, y con otros miembros de la familia para tomar la decisión. "Nada me va a quitar el dolor", lamentó el abatido padre y viudo.
El Juzgado de Instrucción número 53 de Madrid abrió ayer una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte de Rayan, a la espera de que se le remita el informe del Instituto Anatómico Forense, que ayer realizó la autopsia al bebé. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid informó de que a mediodía la familia de Rayan aún no había denunciado los hechos.
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Fue la Comunidad de Madrid quien, el lunes, llevó el caso a los tribunales. Además, encargó una inspección. El Defensor del Pueblo decidió también abrir una investigación de oficio.
Acompañado por un centenar de personas, Mohamed despidió ayer por la tarde a su hijo en una ceremonia religiosa en la mezquita madrileña de la M-30. También acudieron los abuelos maternos del bebé y otros familiares. Rezaron en silencio frente al pequeño ataúd blanco de Rayan. Al acto se sumaron representantes del cuerpo diplomático de Marruecos y de diversas asociaciones marroquíes en España, informa Efe. "Es una desgracia, no se pueden tolerar estos errores", denunció el presidente de la asociación Atlas, Khalid Chakran.
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La Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes en España (Atime) exigió, en un comunicado, "depurar todas las responsabilidades, tanto de carácter humano como las que debe asumir la dirección del hospital". Tras la ceremonia, la familia se desplazó a su casa, donde recibió la visita de la ministrad de Sanidad, Trinidad Jiménez, que les transmitió sus condolencias.
Se prevé que el cuerpo del niño viaje hasta Marruecos entre hoy y mañana. El monarca alauí, Mohamed VI, envió ayer sus condolencias a la familia y se comprometió a fletar un avión para que el cadáver y toda la familia que está en Madrid viaje hasta Marruecos, según comunicó la Embajada del país a Mohamed, informa Europa Press.
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Mohamed todavía no sabe cuándo podrá enterrar a su hijo. La familia comenzó ayer a organizar el entierro del bebé. Su tío Sufián, marido de una de las tres hermanas de Dalilah, con quien regenta un bar en Ceuta, viajó ayer a Tetuán para ultimar los detalles del acto. "La tragedia ha transtornado a toda la familia", explicaban desde el otro lado del Estrecho.
Según explicó un familiar, llevarán el cuerpo sin vida del pequeño a la casa familiar de la localidad marroquí de Mdiq, donde vive la madre de Dalilah y donde ya se han desplazado algunas mujeres de la familia con sus hijos para esperar la llegada del cadáver de Rayan. Allí está enterrada Dalilah y Mohamed quiere que el bebé descanse junto a su madre.
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El cuerpo del bebé fue embalsamado en el Tanatorio Norte, donde fue llevado tras realizársele la autopsia. Cuando llegue a Mdiq, "siguiendo la costumbre", lavarán el cuerpo del bebé y lo envolverán en una tela, explicó un familiar.