Este artículo se publicó hace 13 años.
Los mítines de Humala y Keiko ponen fin a la campaña más reñida de la historia de Perú
Los mítines finales de los candidatos presidenciales Keiko Fujimori y Ollanta Humala pusieron fin a la campaña política más reñida de la historia peruana, pues ambos se encuentran empatados a solo tres días de que se celebren los comicios.
El nacionalista Humala y la populista Fujimori eligieron sendas plazas del centro de la capital peruana, separadas sólo por unas cuantas cuadras y por varios contingentes de policías que impidieron el contacto de los "barristas" en unas elecciones extremadamente polarizadas.
El público de ambos mítines era procedente sobre todo de los "conos", los barrios de la periferia limeña de extracción muy humilde, llegados en autobuses fletados por los fujimoristas de Fuerza 2011 y los nacionalistas de Gana Perú.
Sin embargo, sí pudieron apreciarse diferencias: mientras que los simpatizantes de Fuerza 2011 recibieron abundante material de propaganda (gorras, polos, bufandas y tazas), además de comida diversa, los seguidores de Humala sólo portaban propaganda casera confeccionada por ellos mismos.
"Aquí venimos por convicción, y no por un plato de comida", proclamó orgulloso el anciano Alfredo Barrantes, llegado desde San Martín de Porres para votar por el "candidato honesto, que va a traer el cambio".
Ollanta Humala eligió como escenario la Plaza Dos de Mayo, habitual foro de la izquierda peruana, repleta con más de 10.000 de personas de todas las edades.
El mitin fue "calentado" primero por Álvaro Vargas Llosa, hijo del Premio Nobel, y por el expresidente Alejandro Toledo, quien recibió un emotivo homenaje de los asistentes cuando afirmó que "en momentos difíciles uno no puede ponerse de costado y dar la espalda a la Patria".
Con unos sencillos jeans y una camisa azul, Ollanta Humala salió al filo de las 21.00 hora local (02.00 GMT) junto a su esposa Nadine y sus dos hijas (una imagen que ha cultivado durante toda la campaña) para relatar por última vez ante su público su proyecto de "achicar la brecha de la desigualdad".
El nacionalista desgranó sus principales propuestas sociales para aliviar las condiciones de los ancianos, las madres trabajadoras o los estudiantes, mejorar la educación y combatir la delincuencia.
"Es la justicia social que esperamos no de ahora, sino desde hace 500 años", dijo Humala, quien se encargó de avivar el sentimiento patriótico con frases como "La patria no se vende, la patria se defiende, pero el otro proyecto (en referencia a Keiko Fujimori) la va a vender a pedacitos".
Ollanta Humala recordó que el proyecto nacionalista es "para acabar con las discriminaciones", pero "las elites y poderes económicos han presionado y confundido, apoyando un proyecto corrupto e inmoral".
En cuanto a la candidata de Fuerza 2011, que empezó su intervención inmediatamente después de Humala para que pudiera ser vista por televisión, dedicó su mitin principalmente a atacar a su rival.
Según Keiko, Humala está fuertemente vinculado con el Gobierno venezolano: "sabemos que ha recibido financiación directa de Hugo Chávez", afirmó, y le acusó además de haber aceptado sobornos del narcotráfico, cuando trabajó en la selva siendo militar.
La postulante subrayó también que el electorado tiene que elegir entre "un único plan de gobierno" (el suyo) o "cuatro que se contradicen" en alusión a las modificaciones que ha hecho Humala a su plan original.
Fujimori anunció que va a duplicar el sueldo a los maestros, que va a entregar un "combo escolar" consistente en desayunos y almuerzos gratis a los estudiantes, y que se va a dar un bono de protección alimentaria a la población en pobreza extrema.
El cierre de campaña de Fuerza 2011 contó con el respaldo del ex candidato presidencial Pedro Pablo Kuczynski, quien se dirigió al público para recordar al expresidente y padre de la candidata, Alberto Fujimori.
"¿Quién acabó con el terrorismo? y ¿quién acabó con la hiperinflación?", preguntó el exministro de Economía y recibió de respuesta: "¡El chino!", apelativo con el que se conoce al expresidente preso.
Las encuestas que estos últimos días se realizan en Perú de forma privada (pues su difusión está prohibida) muestran unos resultados muy ajustados, dentro del margen de error, lo que hace imposible predecir un resultado.
"Tenemos un país polarizado y dividido en partes iguales; es una competencia electoral nunca antes vista en el sistema electoral peruano", señaló hoy en rueda de prensa Fernando Tuesta, director del Instituto de Opinión Pública.
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