Este artículo se publicó hace 17 años.
Los ministros de exteriores de la OTAN analizan las estrategias ante un Kosovo independiente
Los ministros de Asuntos Exteriores de los veintiséis países miembros de la OTAN se reunirán mañana para debatir la evolución de los principales territorios en los que hay tropas de la Alianza, con especial atención a las consecuencias políticas y militares de la futura independencia de Kosovo.
El Consejo Atlántico coincide con la entrega al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, del informe de la "troika" internacional formada por EEUU, Rusia y la Unión Europea, que ha fracasado en su intento de poner de acuerdo a serbios y albanokosovares sobre el estatuto de dicha provincia.
Esta eventualidad ha desplazado el conflicto de Afganistán del foco de atención en la reunión ministerial -a la que asiste el responsable español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos- aunque también está previsto que se analice la escalada de violencia en el país asiático.
Por ahora todos los ojos están puestos en la advertencia de Pristina de que una vez que, mañana mismo, finalice el mandato de la "troika", está dispuesta a declarar su independencia en cualquier momento, iniciativa para la que cuenta con el apoyo estadounidense.
Hoy se celebra una cena, en los márgenes del Consejo, en la que los máximos responsables de la diplomacia de la UE y la OTAN escucharán a la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, pedir que se mantenga la "unidad" para apoyar una "transición suave" y "en calma" en Kosovo.
La OTAN -que cuenta con unos 16.000 soldados desplegados en Kosovo- no está dispuesta a tolerar ningún brote de violencia, y pretende además reafirmar su permanencia en la zona.
Puede estar presente durante las discusiones el proyecto de que la UE herede el control administrativo de la provincia, que en la actualidad ejerce la ONU en virtud de la resolución 1244 (UNMIK).
Los ministros analizarán asimismo los efectos colaterales de la eventual independencia de la provincia serbia de mayoría albanesa en el resto de los Balcanes, que Rusia prevé catastróficos.
Algunos países europeos, entre ellos España, tampoco son demasiado partidarios de la solución soberanista, por temor a que avive sus problemas con los nacionalismos.
Otra de las citas cruciales a las que precede este Consejo es la salida de Rusia del Tratado de Armas Convencionales (FACE), anunciada para el próximo día 12 de diciembre.
Los Aliados harán un penúltimo intento para evitarlo durante el Consejo que celebrarán con el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, que a su vez responderá criticando los planes expansionistas de la OTAN y el eventual despliegue de un escudo antimisiles estadounidense cerca de sus fronteras.
Precisamente también está en la agenda de los ministros intercambiar puntos de vista sobre el proceso de ampliación de la OTAN hacia el Este, a la que son candidatos Croacia, Macedonia y Albania, y que se resolverá en la cumbre de Bucarest de abril de 2008.
Un encuentro con el ministro de Exteriores ucraniano y un almuerzo con los países del "Diálogo Mediterráneo" (Marruecos, Argelia, Túnez, Mauritania, Jordania, Egipto e Israel) completan el orden del día del Consejo.
La iniciativa creada en 1994 para contribuir a la estabilidad regional en el Mediterráneo permitirá que salga a relucir la reciente Conferencia de Annapolis (EEUU), en la que Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) llegaron a un acuerdo para reabrir las negociaciones con vistas a sellar la paz.
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