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Los militares silencian medios a favor de Zelaya en Honduras

Reuters

Militares hondureños sacaron el lunes del aire a medios de comunicación leales al presidente depuesto Manuel Zelaya, cuyos simpatizantes salieron a la calle para exigir su restitución desafiando las medidas de excepción del Gobierno de facto en un clima de alta tensión.

Zelaya estaba convencido de que los militares podían asaltar la embajada de Brasil, donde está refugiado desde que entró clandestinamente a Honduras el 21 de septiembre para reclamar el poder que le fue arrebatado con un golpe en junio.

Unos 500 simpatizantes de Zelaya llegaron desde temprano a las puertas de la Universidad Pedagógica Nacional, desde donde planeaban marchar hacia la embajada de Brasil a pesar de que el Gobierno de facto suspendió por decreto y durante 45 días el derecho a la libertad de asociación y movimiento, además de autorizar las detenciones sin orden judicial.

Aproximadamente 200 policías antimotines estaban apostados en las inmediaciones, con escudos, palos y latas plateadas de bombas lacrimógenas. Un oficial de policía ordenó a los manifestantes disolver la protesta.

"A pesar de las amenazas de represión yo voy a marchar. No importa qué pase. Quiero que restituyan al presidente Zelaya", dijo Carlos Lara, un comerciante de 58 años, con una pancarta colgada del cuello con la foto de Zelaya.

Endureciendo aún más su postura en la dividida Honduras, el Gobierno de facto instalado tras el golpe militar suspendió, además del derecho a reunirse y circular, el derecho a la libertad de expresión y cerró a dos medios pro Zelaya.

Y también profundizó su aislamiento internacional, amenazando con levantar en un plazo de 10 días la inmunidad de la embajada de Brasil, a menos que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ofrezca asilo o entregue a Zelaya a la justicia.

"Temo que en las próximas horas asalten esta sede diplomática", dijo Zelaya en una conferencia de prensa desde el interior de la embajada, sitiada por centenares de policías y militares armados hasta los dientes.

"La comunidad internacional debe actuar (...) pido protección al mundo", agregó.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que ignoraría el ultimátum del Gobierno de facto.

"Brasil no tolerará un ultimátum de un Gobierno golpista", dijo el domingo a periodistas tras una cumbre en Venezuela.

Un portavoz de su cancillería dijo a Reuters que Brasil confía en que la inmunidad de su embajada no será violada.

El Gobierno de facto de Honduras, sin embargo, insistió a través de un comunicado en que Brasil debe tomar medidas ante la presencia de Zelaya en su embajada en Tegucigalpa.

SILENCIO DE RADIO

Soldados en uniformes de campaña asaltaron antes del amanecer Radio Globo y el canal de televisión Cholusat Sur, apoyándose en un decreto presidencial que permite silenciar medios hostiles.

El Gobierno de facto acusa a Zelaya de incitar a la violencia desde la embajada de Brasil, donde el presidente de bigote negro y sombrero Stetson de vaquero cumple el lunes una semana sitiado por policías con pasamontañas y soldados.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo que Honduras vivía un "estado de sitio".

"Estamos preocupados por esta decisión, porque (...) libera las manos de quienes quieren realizar mayores actos de represión en Honduras", dijo en Washington durante una reunión urgente del organismo.

En las últimas 24 horas las autoridades de facto, además de dar el ultimátum a Brasil sobre Zelaya, prohibieron la entrada de una delegación de la OEA y se negaron a autorizar el regreso de los embajadores de Argentina, España, México y Venezuela.

Zelaya y Micheletti coquetearon la semana pasada con el diálogo, pero radicalizaron sus posiciones durante el fin de semana. La restitución del presidente derrocado en el golpe militar del 28 de junio sigue siendo un obstáculo insuperable.

El Gobierno de facto se niega rotundamente a devolverle el poder a Zelaya y apuesta a que las elecciones presidenciales de noviembre le permitan dejar atrás la peor crisis política en América Central en décadas.

CRÍTICAS DE EEUU

Estados Unidos criticó a Zelaya, por su "irresponsable e imprudente" regreso del exilio antes de que fuera alcanzado un acuerdo sobre la crisis política que atraviesa el país centroamericano.

En una reunión de urgencia de la Organización de Estados Americanos para discutir la crisis hondureña, el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Lewis Anselem, también criticó al Gobierno de facto de ese país por su "deplorable" acción de prohibir la entrada de una misión de la organización y declarar el estado de sitio el domingo.

Anselem también acusó a Zelaya de promover la violencia con su regreso a Honduras la semana pasada y con su atrincheramiento en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, desde donde llamó a sus seguidores a salir a las calles.

"El regreso de Zelaya sin un acuerdo es irresponsable e imprudente (...) El debería cesar y desistir de hacer alegatos salvajes y de actuar como si fuera el protagonista de una vieja película", dijo Anselem.

El embajador instó al Gobierno de facto a manejar la seguridad con "moderación y precaución" y pidió a Zelaya que "ejerza su liderazgo" pidiendo a sus partidarios que expresen sus opiniones de forma pacífica.

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