Este artículo se publicó hace 16 años.
"Miles Gloriosus" muestra con humor la estupidez del ser humano egocentrista
La divertida e interesante comedia clásica "Miles Gloriosus" de Plauto, que se estrenó esta noche con éxito en la LIV edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida, sirvió para comprobar la estupidez del ser humano egocentrista mediante el engaño, el ingenio y el humor.
Casi un lleno absoluto del aforo del Teatro Romano pudo disfrutar de esta versión escrita por el dramaturgo extremeño Juan Copete, que bajo la dirección del canario, Juan José Afonso, aborda con hiriente certeza algunos de los defectos históricos del ser humano, como la autocomplacencia, la prepotencia y el ego.
La obra, ambientada en una Emérita Augusta del año 25 antes de Cristo, desarrolla una historia con algunos de los ingredientes de la comedia clásica, como un hombre fanfarrón y engañado, un esclavo astuto y manipulador, juegos de palabras, continuos equívocos, el ambiente de los bajos fondos y la prostitución.
Todo comienza con una traición amorosa, que a través de los manejos del esclavo picarón, liante y pillo Centella, interpretado por José Sancho, desnudará a su principal protagonista, un soldado fanfarrón, mentiroso, loco, con capacidad intelectual limitada y egocentrista llamado Gallomáximus, que da vida el actor Pepe Viyuela.
La agilidad y rapidez que hay en "Miles Gloriosus", la intriga y, sobre todo, la vistosidad de sus diálogos argumentan que se incluya entre las mejores comedias, sin lugar a dudas, de todos los tiempos.
En esta ocasión, el texto versionado incorpora expresiones lingüísticas de la época de mandato del cónsul romano, Octavio Augusto, así como, un lenguaje cotidiano de la jerga popular de los extremeños en los tiempos que corren, como "chacho", "sonca", "puñetas", "me caguen en los peces de colores" o "le va a dar un jamakuko".
Asimismo, a lo largo de la obra, de dos horas de duración con descanso, los maravillosos y conocidos personajes que en cada una de su actuación encarnan la función de protagonistas, hacen referencia a los lugares más emblemáticos y conocidos de Mérida, como el lago de Proserpina, el Foro Romano, el Arco de Trajano, el Templo de Diana y el Acueducto.
"Miles Gloriosus", representada por segunda vez (1989) en los 75 años de la historia del certamen emeritense, transmite al espectador con claves de humor, diversión y risas la sensación de que lo que parece no lo es y lo que no es parece, bajo una escenografía sencilla y un vestuario romano impecable.
Al término del estreno, parte del elenco de actores y el director de la obra se mostraron satisfechos de no haber defraudado al público, ya que en su opinión, en todo momento se sentían arropados con sus grandes carcajadas y aplausos.
"El actor que tiene miedo de actuar en el Teatro Romano de Mérida no es un buen actor, porque este marco incomparable se lo va a comer", indicó José Sancho, que a su juicio, tras actuar en seis ocasiones, el público emeritense "entiende más de lo que uno cree".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.