Este artículo se publicó hace 12 años.
Miles de cacerolas retumban en Sol contra el Sistema
Una gran asamblea general en la plaza puso punto y final a los cuatro días de actos reivindicativos por el aniversario
Cazos, cacerolas, cazuelas y la batería completa de cacharros de cocina si es necesario. El 15-M, que hoy celebró su primer aniversario, no piensa irse en silencio en su protesta contra la clase política y financiera. Más de dos mil personas protagonizaron esta tarde en la Puerta del Sol una gran cacerolada que puso el punto y final a los cuatro días de reivindicaciones.
A pesar del intenso calor, numerosas personas con paraguas y pañuelos en la cabeza hicieron sonar sus cacerolas y sus manos, para aplaudir y alzarlas para reclamar un cambio de sistema. Lo hicieron tanto jóvenes como mayores y niños, que gritaron lemas como "únete" o "esta crisis no la pagamos" al unísono.
"Que no, que no nos representan", gritaron los "indignados", algunos de los cuales se han abrazado, emocionados, cuando han comenzado los primeros compases de las cacerolas, porque tal y como señaló Carlos Huerga, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid, estos días "han sido magnificos". Hemos recogido numerosas firmas para pedir que se tramite una proposición de ley para regular la dación en pago y paralizar los desahucios", repitió Carlos. "Aquí no se para- comentó-. Al 15M le falta mucho camino; ya llevamos un año con muchas iniciativas y esto es el comienzo. Falta mucho por hacer".
Junto a Carlos, también golpearon sus cacerolas, llaveros y todo lo que hubiese a mano, el llamado grupo de mayores, que están recogiendo firmas para que no les congelen las pensiones. "Ya llevamos, solo aquí en Sol, más de 6.000", apuntó uno de ellos.
La cacerolada abrió la última asamblea general en Sol
Al sonoro acto miraban con atención los turistas que pasean por el centro de Madrid, como Steward, un noruego que se mostraba "impresionado" por "este fenómeno". No obstante, advirtió que es muy difícil cambiar el sistema, porque "siempre hay perdedores". También escucharon con atención los policías situados en los aledaños de la sede de la presidencia regional.
Y todo ello con pancartas que rezaban "Rato, me han quitado la sopa del plato", "Cambiar el mundo ya no es un sueño. Es lo que hacemos todos los días con nuestros pensamientos" o "Razones 12M-15M, porque la salud no es un negocio, porque la educación es un derecho, no un privilegio" o "Porque te están explotando".
Después de la cacelebraron, durante horas, la última asamblea -de momento- conmemorativa del primer aniversario del movimiento.
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