Michael Jackson estaba muerto cuando llegó al hospital, según un equipo médico

Los doctores que atendieron a Michael Jackson en el hospital el día de su fallecimiento aseguraron que el "rey del pop" ingresó muerto al centro médico UCLA, según declararon hoy en la Corte Superior del condado de Los Ángeles.

Los médicos Richelle Cooper y Thao Nguyen fueron protagonistas en la tercera jornada de la vista preliminar sobre el caso de la muerte de Jackson que se celebra en la ciudad california para determinar si finalmente habrá juicio contra el médico del artista, Conrad Murray.

En su testimonio Cooper indicó que el cantante no presentaba "signos vitales" cuando lo examinó, a pesar de lo cual Murray insistió para que trataran de reanimar a su paciente.

El equipo de urgencias se quejó de la falta de cooperación de Murray cuando le cuestionaron sobre las sustancias que había tomado Jackson y confirmaron que el doctor únicamente mencionó lorazepam y omitió cualquier referencia a propofol.

La autopsia de Michael Jackson determinó que el "rey del pop" murió el 25 de junio de 2009 víctima de una intoxicación aguda de anestésicos, entre ellos propofol, una sustancia de uso hospitalario.

En la sesión del miércoles, uno de los guardaespaldas de Jackson comentó ante el tribunal que Murray le pidió que se deshiciera de los restos de los medicamentos que administró al artista entre el 24 y 25 de junio antes de que pidiera una ambulancia para socorrerle.

Alberto Álvarez, miembro del equipo de seguridad de Jackson, se refirió a uno de los productos que retiró de la habitación del cantante como una bolsa con una sustancia blanca, algo que los investigadores consideran que podría tratarse de propofol.

La fiscalía además presentó hoy la lista de llamadas que realizó Murray durante las 5 horas previas a la muerte de Jackson.

Según los datos de las compañías telefónicas, Murray mantuvo 11 conversaciones en dos teléfonos diferentes y envió múltiples mensajes de texto mientras el artista perdía la vida en su cuarto.

Conrad Murray está acusado de homicidio involuntario por el fallecimiento de Michael Jackson.