Este artículo se publicó hace 14 años.
Michael Bolton deleita a sus seguidores en el Palacio de Congresos de Madrid
Atrás quedaron los tiempos en que Michael Bolton abarrotaba el Palacio de los Deportes de Madrid, pero las melódicas composiciones del cantante estadounidense aún tienen el tirón suficiente para congregar a un buen número de seguidores en el Palacio de Congresos de la capital.
Ante una audiencia de 1.500 espectadores, Bolton desgranó anoche un repertorio en el que se alternaron piezas clásicas, algunas novedades pertenecientes a su último disco, "One world, one love", y las consabidas versiones que han adornado la trayectoria del intérprete nacido en New Haven.
Puede que no destaque, desde un punto de vista musical, por una obra que aspire al trono de la genialidad creativa, pero Michael Bolton, que suma 53 millones de discos vendidos, conoce al dedillo la máxima de dar al público lo que el público solicita.
Y lo que piden sus seguidores son canciones de pop y algunas incursiones por derroteros blues, swing y soul, palos con los que Bolton, gracias a su contundente timbre vocal, ha sabido edificar una exitosa carrera que supera los 25 años de vigencia.
Las luces se apagaron, la banda atacó una breve pieza instrumental, el graderío aplaudió alborozado y Michael Bolton subió al escenario para señalar el inicio de su actuación al ritmo de "Said I love you... But I lied".
"Vamos a cantar unas cuantas canciones del corazón", anunció el vocalista antes de agarrar la guitarra acústica con la que interpretó "(Sittin' on) the dock of the bay", de Ottis Redding", y la emocionante "To love somebody".
El cantante sobrevoló el pop elegante con la poderosa instrumentación de "Hope it's too late", mientras que la melancolía llegó de la mano de "You don't know me" y su acentuado carácter intimista.
Como si de un pavo real se tratara, incapaz de rehuir el elogio, Bolton permitía que el patio de butacas le agasajara con vítores de "guapo" y "macizo", interrumpidos por una grave voz masculina que le proclamó "tío bueno", provocando el regocijo del respetable.
"Ahora viene una canción que solía cantar hace unos veinte años, cuando tenía quince", bromeó el artista, a punto de cumplir 57 primaveras, en los instantes que precedieron a "Summertime" y sus deliciosos acompañamientos de saxofón y guitarra eléctrica.
Llegado el momento de homenajear a Frank Sinatra, del que grabó un disco de versiones en 2006, Michael Bolton se lanzó a degustar los aromas del swing con "For once in my life", "Fly me to the moon" y "That's life", un tema que presentó como "muy adecuado para estos tiempos difíciles".
Con un atrevimiento a prueba de bombas, Bolton incluso se atrevió con el aria "Nessum dorma", que siempre dedica al fallecido tenor Luciano Pavarotti.
El éxtasis de las féminas no se hizo esperar cuando Michael Bolton se bajó del escenario y, rodeado de guardaespaldas, interpretó "When a man loves a woman" mientras caminaba entre el gentío congregado, que ya no volvería a ocupar su asiento durante el resto del concierto.
Una cascada de grandes éxitos, protagonizada por "How can we be lovers", "Steel bars" y "Time love and tenderess", preparó el terreno para el final de una velada que Bolton clausuró con "Just one love", single de su nuevo trabajo discográfico, y "How am I supposed to live without you".
Julio Soria
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