Este artículo se publicó hace 14 años.
México viaja a la cuna de la independencia
En 2010 se cumplen 200 años del origen del movimiento independentista de México. La pequeña ciudad de Dolores Hidalgo es la Cuna de la Independencia Nacional y un lugar venerado por todos los mexicanos.
Todavía no había amanecido el 16 de septiembre de 1810 cuando las campanas de la iglesia del pueblo de Dolores tocaron a rebato. Cuando los vecinos se congregaron en la plaza, Miguel Hidalgo, el cura, lanzó el llamado Grito de Dolores -también conocido como Grito de la Independencia- que incitaba a la rebelión contra el mal gobierno. A partir de ese momento el proceso que condujo a la independencia de México ya fue imparable.
Años después se añadió el apellido del cura al nombre del pueblo y ahora Dolores Hidalgo es un lugar de peregrinación para los mexicanos y un destino fundamental para aquellos interesados en la historia de este país. Este año se cumple el segundo centenario y es un buen momento para recordarlo.
La plaza de Dolores Hidalgo está dominada por la Parroquia de Nuestra Señora de Dolores, donde se lanzó el grito. De estilo churrigueresco, sorprende por su tamaño. En otro lado de la plaza aparece la llamada Casa de Visitas, la residencia de los representantes del virrey, que se convirtieron en los primeros prisioneros del movimiento independentista. En la actualidad es el lugar donde residen los presidentes de la República cuando vienen a los actos de celebración en septiembre. Entre ambos edificios se encuentra la Presidencia Municipal, donde, como en muchas otras ciudades, hay unos interesantes murales que reflejan estos acontecimientos.
Para entender este proceso lo mejor es visitar el Museo de Independencia Nacional (en la calle Zacatecas), donde ofrecen una gran cantidad de información. El complemento es continuar por el Museo Casa de Hidalgo (esquina de las calles Hidalgo y Morelos), donde residía el cura Hidalgo y donde se reunió con otros rebeldes, como Ignacio Allende y Juan de Aldama.
Miguel Hidalgo, el cura, lanzó el llamado Grito de Dolores -también conocido como Grito de la Independencia- que incitaba a la rebelión contra el mal gobierno.El camino tras las huellas de los primeros días de la rebelión nos lleva a San Miguel de Allende, pero con un desvío, como hicieron los revolucionarios, hasta el santuario de Atotonilco. El lugar es una de las joyas de la arquitectura colonial, pero también tiene su papel en la historia de la independencia ya que Hidalgo tomó allí prestado el estandarte de la Virgen de Guadalupe para convertirlo en su bandera.
A pocos kilómetros aparece San Miguel de Allende -que entonces se llamaba San Miguel el Grande y cambió de nombre en honor del revolucionario, su hijo predilecto-. San Miguel es una de las ciudades más atractivas de todo México, un conjunto de arquitectura virreinal muy bien conservado por donde es posible pasear durante días en busca de sus rincones, visitando tiendas, museos y galerías de arte.
La Escuela de Bellas Artes, ubicada en el antiguo monasterio de la Concepción, guarda un mural inacabado de Siqueiros sobre la vida de Ignacio Allende. Esta escuela fue, en los años 40 del pasado siglo, uno de los focos del renacer cultural de esta ciudad, que atrajo a muchos artistas y, también, a muchos extranjeros que se instalaron en la ciudad.
Un recorrido por San Miguel es un paseo por calles flanqueadas por palacios, iglesias y casonas. En el Jardín, la plaza principal, la parroquia de San Miguel Arcángel sorprende por sus extraños pináculos, difíciles de encontrar en otra ciudad mexicana. Al caer la tarde, el Jardín se llena de paseantes, y los mariachis dan un punto de ambiente local.
CÓMO IR
Iberia vuela a Ciudad de México desde Madrid. Desde el mismo aeropuerto mexicano se pueden tomar autobuses hacia Querétaro, donde es posible iniciar la Ruta de la Independencia. Dolores Hidalgo se encuentra entre las ciudades de Guanajuato y San Miguel de Allende -las dos están declaradas patrimonio mundial por la Unesco-.
DÓNDE DORMIR
San Miguel de Allende ofrece una grandísima variedad de alojamientos, desde la lujosa Casa de Sierra Nevada que ocupa una serie de antiguas casonas a otras opciones más económicas pero también muy atractivas, como la Posada de las Monjas, ubicada en un antiguo monasterio.
JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ
Dolores Hidalgo ocupa un lugar especial en el corazón de los mexicanos por ser la Cuna de la Independencia, pero también por ser la ciudad natal de José Alfredo Jiménez, el compositor y cantante de corridos más querido del país. Su tumba es lugar de veneración para los amantes de sus canciones.
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