Este artículo se publicó hace 15 años.
Messi deja huella, silenciosa pero efectiva
El traspaso del título de Jugador Europeo del Año, premio actualmente conocido como Balón de Oro, se produjo durante la final de la Liga de Campeones disputada en mayo pasado, cuando Lionel Messi eclipsó al ganador de 2008, Cristiano Ronaldo.
El delantero argentino marcó el segundo gol del Barcelona en aquella ocasión, con un cabezazo no habitual en él, poniendo el sello a una contundente victoria por 2-0 ante el Manchester United, y confirmándose como principal goleador del torneo, con nueve tantos.
El entrenador Pep Guardiola, cuyo equipo logró un triplete sin precedentes con los títulos de Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones, dijo después de la final en Roma: "Creo que él es el mejor jugador y no necesitábamos ganar hoy para saber que es el mejor".
Fuera del campo, la comparación entre Ronaldo y Messi no podría ser más dispar. Messi no es una superestrella que se pavonee con su aspecto de actor de cine.
Hasta que se cortó el pelo el año pasado, conservaba la imagen de adolescente descuidado que caminaba con los hombros encogidos, el pelo lacio y se expresaba con palabras tímidas.
Pero en el campo los dos comparten muchas cualidades: ambos son delanteros de movimientos rápidos y ojo clínico para el gol.
Messi habitualmente juega por el lado derecho pese a ser zurdo, y sus zigzagueantes carreras hacia el área para rematar o dar un pase a un compañero se han convertido en la marca registrada del llamativo estilo de ataque del Barcelona.
Los críticos que decían que Messi era egoísta y que no se acoplaba bien en el equipo quedaron silenciados de una vez y para siempre el año pasado.
La llegada del dinámico lateral derecho Daniel Alves al Barcelona liberó a Messi de sus deberes de punta, permitiéndole moverse con mayor profundidad en el centro del campo.
MÁXIMO GOLEADOR
Messi ha demostrado que es capaz de deshacerse de sus marcadores, acoplarse mejor con quienes llevan la batuta del juego del Barca, los centrocampistas Xavi y Andrés Iniesta, y filtrarse por el centro para anotar.
incluido un tanto en la victoria final por 4-1 frente al Athletic de Bilbao -, y 23 en Liga, para finalizar como el principal goleador del Barça con 38 goles.
Messi, cuyo estilo se compara habitualmente con el de su compatriota y técnico de la selección argentina, Diego Armando Maradona, es fruto del sistema juvenil del Barça y debutó bajo el mando de Frank Rijkaard cuando sólo tenía 16 años.
Actualmente tiene 22 años, pero ya ha conseguido tres títulos de liga, dos Copas de Europa y una Copa del Rey a nivel de club, y aunque ha sido criticado recientemente por no haber mostrado en la selección de su país el nivel que tiene en su club, también ha recibido premios internacionales.
Messi ayudó a Argentina a ganar el Mundial Sub 20 en 2005, cuando terminó como principal goleador, y se adjudicó una medalla de oro con el equipo de su país en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008.
Con estas referencias, el premio de la FIFA a Mejor Futbolista del Año pronto podría sumarse a sus otros trofeos.
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