Este artículo se publicó hace 15 años.
Messi defiende el trabajo del Barça y que no le regalan nada en los partidos
El argentino Lionel Messi ha querido desmontar cualquier idea de que los rivales contra el Barcelona se vienen abajo, al defender el trabajo de sus compañeros en el campo, además de observar que a los barcelonistas no les regalan nada en los encuentros.
Lionel Messi, autor de dos goles anoche contra el Racing de Santander (1-4), mantiene un gran nivel que él mismo ha reconocido, pero que ha achacado a todo lo que le rodea, desde el entrenador, Josep Guardiola, a sus compañeros.
"Todos los partidos los tenemos que trabajar y nadie nos regala nada. Desde el primer momento salimos a buscar el partido con nuestro juego y, así, hasta que finaliza. Esta es la mentalidad", indicó el futbolista argentino ante los medios de comunicación, después del entrenamiento del Barça en la Ciudad Deportiva.
Precisamente, el jugador barcelonista ha podido saludar a unos jóvenes del fútbol base del Estudiantes de La Plata, que están realizando una estadía en Barcelona.
Messi lidera al Barça y su presencia en el campo es motivo de terror en las defensas rivales, aunque la visión que tiene el futbolista no es tanto individual como colectiva.
"Este año me encuentro de la misma manera que el año pasado y quiero que siga así hasta el final. Me siento muy bien y confiado y tengo la suerte de tener compañeros que juegan muy bien al fútbol y eso me da tranquilidad", señaló.
Leo Messi entiende que para estar al nivel de exigencia que solita Guardiola el grupo deba acatar el procedimiento que marca el técnico y, así, evitar segundas partes como las que vivió el Barça hace unos días contra el Atlético de Madrid, partido que, sin embargo, acabó goleando el conjunto catalán (5-2).
"Anoche el equipo hizo un gran partido, manteniendo la tranquilidad de tener la pelota en todo momento y jugando con rapidez. Ayer salió bien una vez más. Siempre hay que mejorar cosas. Ayer mejoramos con respecto a lo que hicimos contra el Atlético de Madrid. Tuvimos el orden que se perdió contra el Atlético (5-2), y sí tuvimos la pelota. En la segunda parte contra el Atlético le dejamos un poco más el balón a ellos y no presionamos como en la primera, pero anoche volvimos a recuperar nuestro estilo", razonó.
El buen momento en el que se encuentra la figura barcelonista tiene que ver, a su entender, por la conexión que sigue teniendo con sus compañeros y el margen que le permite su entrenador. "El año pasado el míster ya me dio la libertad de elegir donde mejor me sentía, por el medio o por fuera (la banda); me gusta tirarme al medio y juntarme con los del centro y tocar la pelota. Me siento muy bien así", reconoció.
Ese liderazgo en el campo, en cambio lo rechaza Messi en el vestuario, donde asegura que no se siente ningún privilegiado ni líder alguno. "Me siento uno más de un grupo impresionante de grandísimos jugadores. En este vestuario no hay líderes. Somos un grupo muy unido, que sabemos lo que tenemos que hacer dentro de la cancha. Fuera, nos llevamos muy bien", aseguró.
Una de los desafíos que tiene el jugador argentino esta temporada es acoplarse con el nuevo ariete, Zlatan Ibrahimovic, quien sorprendentemente ya se ha convertido en un goleador efectivo, pues lleva marcados cuatro goles, uno en cada partido de Liga.
"Con Ibra todavía nos estamos conociendo, si bien la adaptación es fácil por la calidad que tiene él. Vamos a entendernos. Tengo que conocer sus movimientos y él los míos. Poco a poco nos vamos a entender más", aseguró el jugador, que no desveló cómo articulará el Barça el lanzamiento de penaltis. "No lo hemos hablamos. Va a depender de cada partido, de quién lo quiera tirar o lo que diga el míster", añadió Messi.
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