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Melilla, una ciudad multicultural con 510 años de historia española

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Melilla, uno de los dos enclaves españoles junto con Ceuta situados en el norte de África, es una ciudad pequeña, de apenas 14 kilómetros cuadrados, pero que presume de la convivencia ejemplar de sus habitantes, de cuatro religiones diferentes, y de sus 510 años ligada a la historia de España.

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La página web de la Ciudad Autónoma recuerda que Melilla fue española 18 años antes que el Reino de Navarra, 162 años antes de que el Rosellón fuera francés y 279 años antes de que se constituyeran los Estados Unidos de América.

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Éste es el mensaje que encabeza la página web de la Ciudad Autónoma y con el que se pretende dejar clara una españolidad, en ocasiones cuestionada por las reivindicaciones que sobre ella ejerce Marruecos.

Esas reivindicaciones se repiten ahora con la visita de los Reyes a la ciudad el próximo martes, a pesar de que Melilla se une a España con la llegada de Pedro de Estopiñán, emisario del III Duque de Medina Sidonia, durante el reinado de los Reyes Católicos, en 1497, es decir, unos 460 antes de la constitución de Marruecos como país independiente en 1956.

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Sin embargo, la verdadera expansión de la ciudad se produce a partir del siglo XIX, cuando la población comienza a crecer y Melilla se extiende más allá de las murallas que componen la vieja ciudadela.

Fue en el año 1862, a partir del Tratado de Límites, cuando se establece la superficie de Melilla a partir del proyectil de un cañón, llamado 'Caminante', que fue disparado desde el Fuerte de la Victoria Chica.

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De los 10.000 habitantes que tenía en el año 1900 ha pasado a los 66.000 actuales, aunque tiene una población flotante importante, dada la entrada a diario de unos 30.000 marroquíes que desarrollan un importante flujo comercial, sobre todo en las inmediaciones de la frontera.

Además de su españolidad, otro de los aspectos de los que presume Melilla es de su ejemplar convivencia, ya que cristianos, musulmanes, judíos e hindúes impregnan sus calles de un ambiente multicultural y pacífico.

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El 66 por ciento de la población es de origen europeo, mientras que alrededor de un tercio de la misma tiene procedencia bereber y profesa la religión musulmana, sin perder de vista a una importante comunidad judía constituida por unas 1.000 personas.

En 1995 Melilla dio un paso importante en sus pretensiones autonomistas, ya que fue precisamente ese año cuando se aprueba su Estatuto y pasa a ser Ciudad Autónoma, aunque el objetivo de la Asamblea actual es la conversión en Comunidad Autónoma, algo recogido en la Disposición Transitoria V de la Constitución.

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Desde la aprobación de su Estatuto Melilla ha vivido épocas de inestabilidad política, representada en varias mociones de censura y en la llegada del GIL en 1999, pero la toma de posesión en el año 2000 de Juan José Imbroda (PP), el actual presidente de Melilla, ha abierto un periodo que ha puesto fin a los sucesivos cambios de Gobierno que venían produciéndose.

En 2005 la ciudad autónoma vivió una etapa de cierta intranquilidad con las avalanchas de subsaharianos que a diario protagonizaron asaltos en la frontera, lo que motivó incluso que el Ejército asumiera las funciones de vigilancia en el perímetro.

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La colaboración de Marruecos y la construcción de una tercera valla, la sirga tridimensional, ha puesto fin a esos sucesos, pero la inmigración sigue siendo uno de los problemas más importantes de la ciudad.

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