"El mejor ilustrador es el buen lector"
Peret y Raúl se juntan en un libro con sus mejores trabajos.
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Se han ganado un espacio para opinar a la sombra de las palabras de otros. Son capaces de iluminar el texto que acompañan con una imagen. Son dos de los grandes ilustradores de la prensa española, dos buenas piezas de una larga tradición propia de este país, alimentada, como reconocen, por una relación con la prensa ejemplar. Ahora Raúl y Peret están juntos en el libro "Oficio de lectura x 2", una selección de la obra en prensa de ambos y de sus cánones. El documento es una memoria esencial de la negación de la ilustración decorativa, de la ilustración que no suponga reflexión al lector, incluso, esa ilustración que no niegue el escrito con que se relaciona.
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Entre bromas, horas antes de presentar la obra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, recuerdan cómo han esquivado a la censura con ingenuo y un manojo de metáforas. Ríen también al recordar las parejas de articulistas con los que les ha tocado convivir a lo largo de más de dos décadas de trabajo entre papeles. Y se ponen serios cuando hablamos de la obviedad de la imagen, algo así como el mayor pecado capital para estos artistas: "Una ilustración es obvia cuando no aporta nada. Debe aportar una visión propia y una lectura concreta. Nunca ilustrar simplemente al pie de la línea. Hay que iluminar y enriquecer el texto", apunta Raúl. "Claro es que si no sería una decoración de textos", le sigue Peret.
Herramientas a mano
"Yo pirateo cantidad suelta Peret, fresco y vehemente, como hizo Arroyo y el Equipo Crónica". Ahora hablan de sus herramientas y es Peret quien arremete contra la facilidad para dibujar. Aunque pudiese parecer lo contrario, para el ilustrador y diseñador, es una trampa, porque te hace resolverlo rápido. "Los que no sabemos dibujar tenemos ventaja", remata. Sus maneras le hacen aprovechar alguna de las mil imágenes que se le cruzan en el día y descontextualizarlas para lograr el mensaje deseado. Raúl templa: "El dibujo te da muchas satisfacciones".
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"Tengo una teoría sobre los tiempos de la ilustración", adelanta Raúl y la idea promete. "La ilustración sin tiempo, la que echa mano de las imágenes culturales, como las señales de tráfico. Las imágenes que salen de ahí son puñetazos que se reconocen al momento. Imágenes directas. Y luego están las imágenes que albergan tiempo, es decir, las que obligan al lector a transitar entre ellas, a relacionarse", las dos son igual de buenas, aclara. Pero lo importante es que el autor pueda calibrar el tiempo de lectura de su imagen.
Aseguran que no importa si no coincides ideológicamente con la línea editorial del periódico, porque su trabajo es enriquecerlo. "Yo he ilustrado a Serraño Súñer", recuerda Raúl. Peret duda al plantearse si tuviera que ilustrar un artículo de Jiménez Losantos "El autor no debe tener ningún prejuicio ante ningún texto", explica Raúl, que quiere destacar la pureza de visión ante el escrito. "¡Yo sí tengo prejuicios! ¿Cómo puede tener el control de la sanidad mental de los EEUU Rojas Marcos? Él decía blanco y yo dibujaba negro. Él por un lado y yo por otro, y él nada. Así que me pusieron a Savater", vuelve Peret.
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Pero este libro habla de lectores y contiene ilustradores. La explicación: "El mejor ilustrador es el buen lector", Raúl certero. El buen leer, el encontrar las palabras que no están escritas; encontrar aspectos que ni el escritor sabe que contienen sus artículos, sacarlos y hacerlos imágenes. Coinciden en que el discurso que montan es ajeno, porque "ponemos el centro de nuestro trabajo en lo que no es lo nuestro".