Este artículo se publicó hace 16 años.
Mata a su padre en una riña por el ruido de petardos
El parricidio ocurrió en Nochevieja, en Alcalá de Guadaíra
Alberto Arce (5W)
Para tratarse de la última del año había sido una noche tranquila en las calles de Sevilla: ruido, música, risas, gritos, cláxones, petardos... Lo habitual en estas fechas. Así transcurría también la Nochevieja en la coqueta urbanización Pinares de Oromana, enclavada en Alcalá de Guadaíra, a sólo 20 kilómetros de la capital sevillana.
Hasta que, al filo de las cinco y media de la mañana, unos gritos desgarradores alertaron a los vecinos de que algo fuera de lo normal sucedía en alguno de los apacibles jardines de la urbanización. Un joven de 27 años, que responde a las iniciales A. D. P., acababa de apuñalar mortalmente a su padre de 57, en el número 3 de la calle Pino Marinero.
Puñalada mortal
La versión policial de los hechos deja en el aire algunos detalles, pero ninguno de ellos relevante. El fallecido, profesor de instituto que se encontraba de baja por depresión, había salido al jardín de su vivienda con una escopeta con la que pretendía intimidar a quienes a esas horas de la madrugada seguían tirando petardos.
El presunto agresor habría recriminado a su padre su desproporcionada actitud. Los reproches habrían ido subiendo de tono hasta convertirse finalmente en un violento forcejeo que culminó en tragedia. A.D. asestó varias puñaladas a su padre, una de ellas de carácter mortal en el corazón o tal vez en el cuello.
Cuando efectivos policiales y del servicio de emergencias 061 llegaron al lugar, la víctima ya había fallecido, mientras que el supuesto parricida lloraba desconsoladamente, informó Efe. Se desconoce si el hombre había llegado a efectuar algún disparo intimidatorio con la escopeta. Tampoco se sabe con certeza si su hijo salió de la casa hasta el jardín ya con el arma blanca en la mano, o si entró a buscarla en el fragor de la disputa. En todo caso, el parricida no opuso resistencia alguna a su detención.
"Ningún escándalo"
Los vecinos de la acomodada urbanización Pinares de Oromana, apenas lograban dar crédito a lo sucedido. De hecho, tras oír los gritos pensaron que podía tratarse de un robo.
La familia de la víctima, cuya esposa también se dedica a la enseñanza, no había dado "nunca ningún escándalo de ninguna clase", según relataron a Europa Press algunos vecinos, que también insistieron en que se trata de una familia "normal y muy conocida" en Alcalá de Guadaíra, donde residía desde hace muchos años.
El propio Ayuntamiento de la localidad, que preside el socialista Antonio Gutiérrez Limones, ha convocado para hoy una reunión extraordinaria de su Junta de Portavoces. Una portavoz municipal lamentó el "desgraciado suceso", que ha dejado a toda la población "descolocada" y recordó que los afectados son personas muy queridas en Alcalá.
El parricida pasará hoy a disposición judicial. Aunque el joven residía en Barcelona, había viajado hasta Alcalá de Guadaíra para pasar las navidades con sus padres. El matrimonio tiene dos hijas más.
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