El movimiento cinematográfico Dogma 95 ha muerto, arriba la doctrina fílmica de Mariano 09: luz natural, rodaje en exteriores, sonido directo, cámara en mano, sin filtros ni trucajes, en color... Así es Rajoy en Acción, la serie de vídeos aquí te pillo, aquí te mato protagonizados por el presidente del Partido Popular.

En el último, nos informa de su viaje a Copenhague para apoyar la candidatura olímpica de Madrid (vídeo en gran formato). Imágenes de un aeropuerto, la maleta roja, el logo de la mano multicolor y... ¿Mariano? 

Mariano está que se sale (de plano). Una de las características de los filmes con el certificado Dogma era la imagen en permanente movimiento, ya que no se utilizaban trípodes para sujetar la cámara. Pero una cosa es asirla con la mano y otra carecer de control alguno, hasta el punto de que el líder conservador está, pero no está: se escucha su voz, pero el foco no lo capta. La (sensación de) espontaneidad no consiste en dejarle constantemente fuera de plano.

Rajoy y los suyos se han saltado, por otra parte, el voto de castidad. Los perpetradores de la cinta (Sergio Ramos y Jorge Moragas) aparecen en los créditos finales, algo que rechazaban Lars Von Trier y compañía. Además, el del PP es un cine de ilusión (Dale la vuelta a España, Con el Quijote de Chiclana, Así es la vida...) y tremendamente personalista. En todo caso, nadie ha dicho que Rajoy anhele el certificado de autenticidad. Más bien parece que su cine va por libre: de ahí que, al contrario que los Dogma, parezca de género y contenga pasajes superficiales y perfectamente prescindibles.