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Manuel Gutiérrez Aragón se pasa al "placer solitario"

El cineasta gana el Premio Herralde de Novela con 'La vida antes de marzo'

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Tiene una Concha de Oro de San Sebastián, un Premio Ondas, cuatro Fotogramas de Plata... y ayer se convirtió también en el vencedor del XXVII Premio Herralde de Novela. Manuel Gutiérrez Aragón siempre quiso ser escritor, pero el cine se cruzó en su camino y no se le dio nada mal. Durante todo ese tiempo, no quiso escribir novelas: "No debía tener dos profesiones", señaló. Así que después de retirarse del séptimo arte, no lo dudó ni un instante: a escribir.

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La vida antes de marzo es el resultado de esta decisión y una "novela de gran madurez", remarcó el editor de Anagrama. La obra cuenta la historia de dos extraños personajes que coinciden en un largo viaje en tren en el año 2024. Mientras beben y charlan, uno de ellos se ve involucrado en una conspiración islamista. "Pero no tiene nada que ver con Extraños en un tren", aclaró Aragón riendo. Poco más quiso adelantar, ya que la novela estará disponible dentro de 15 días y quiere mantener la intriga hasta entonces. Herralde desveló que el mes que se menciona en el título hace referencia al trágico 11-M.

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Aragón indicó que se trataba de una obra realista, en la que suceden aventuras, pero es difícil de describir. "La he redactado de tal manera que no pueda ser llevada al cine", ya que "si se les pone cara a los personajes, hay uno de ellos que desataría totalmente la intriga", adelantó. Acerca del cine dejó caer que no sabía si volvería: "Lo único que echo de menos es tratar con mucha gente; la literatura es un placer solitario".

El director de Camada negra, Maravillas, y Demonios en el jardín, entre otras, declaró que lo había pasado muy bien escribiendo la novela y que al terminarla, comenzó a escribir otra, Virtud y fortuna, que amenaza con publicar en breve con el beneplácito de su nuevo editor.

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Este, por su parte, destacó que la presente edición había registrado la más alta participación de la historia del galardón, ya que se habían presentando nada menos que 405 novelas. También matizó que después de seis años de "colonización latinoamericana", en esta ocasión han ganado dos españoles. Quizá Herralde ya olvidó que el año pasado este mismo premio lo ganó el zamorano Jesús Ferrero y el gallego Fernández Mallo.

Hubo una especial mención para la obra semifinalista, Black, black, black, de Marta Sanz, por su gran calidad literaria. "Una novela que se puede leer como negra pero también se puede leer como otra cosa", como dice la autora. La editorial anunció que la publicará el próximo febrero.

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