Este artículo se publicó hace 15 años.
"Manda el dinero, no la ética"
La periodista Rosaria Capacchione lleva 30 años escribiendo sobre la mafia, por quien está amenazada
Rosaria Capacchione (Nápoles, 1959) está amenazada de muerte. Ha participado en Barcelona en una mesa redonda sobre la libertad de información organizada por el Colegio de Periodistas de Catalunya, junto con sus compatriotas el vaticanista Marco Politi y el politólogo Luca Telese. Periodistas como Rosaria, pero que viajan sin escolta. "Se vive mal siempre controlada", dice Rosaria, con tranquilidad, asumiendo su condición de protegida. Ha escrito El oro de la Camorra, un libro sobre el desarrollo financiero de esta organización criminal.
La mafia ha evolucionado y ahora controla sectores financieros. "Ya no hablamos del hombre cargado con la lupara [escopeta de cañones recortados], sino de tipos elegantes, emprendedores que saben manejar el dinero de otros", advierte Capacchione. Ella ha dedicado 20 años a investigar estos delitos, en cierta manera de guante blanco, que en la actualidad han borrado todo el "romanticismo" de luparas, padrinos o besos.
"España es un mercado que aún les conviene", dice la autora
Mafia de quinta generación"Se ha convertido en una organización más financiera y más invisible. Una organización tan poderosa que ya no dispara y que, por lo tanto, es difícil de reconocer. La mafia en algunos lugares tiene auténticos monopolios y ha aprovechado la crisis para engrandecer sus negocios inmobiliarios. Nadie puede pagar al contado, la mafia sí". Estamos ante una quinta generación de mafiosos que hace que el dinero que manejan no sea localizable: "En cuanto entra en bolsa, se acabó, porque pasa a ser dinero de los accionistas, míos, tuyos, de cualquiera".
Italia es el único país europeo en el que existe el delito de asociación mafiosa, castigado hasta con 20 años de cárcel. "Es una anomalía muy italiana, que nació como una medida de emergencia pero que se ha eternizado. Italia es un país en eterna emergencia", dice Rosaria.
"Me he divertido mucho traduciendo procesos judiciales soporíferos"
El resultado de esta situación es que los mafiosos que no tienen delitos de sangre pueden pasearse libremente por España, por ejemplo. Y lo hacen. Roberto Saviano, cuando visitó Barcelona a principios de año, fue advertido de que en cierto local de Las Ramblas podía encontrarse con uno de los criminales de los que lo protege una nutrida escolta. Uno de esos sobre los que no pesa una condena por asesinato "España es un mercado que aún les conviene", apunta.
La información que maneja Capacchione viene de "soporíferos" procesos judiciales de las dos últimas décadas: "Hasta los títulos de los delitos son aburridos Pero lo que he hecho ha sido traducirlos a un lenguaje corriente. Y, la verdad, me he divertido mucho", reconoce la escritora. Una labor necesaria en cuestiones que nos incumben directamente.
Rosaria Capacchione no esconde su desilusión en cuanto se refiere a la relación del Estado italiano con la mafia. "Todos los procesos acaban con todos los políticos absueltos. Será porque en Italia tenemos un derecho muy complicado", dice, sin mostrar ninguna convicción. ¿Existe alguna solución? "No la hay". El coste de la represión es demasiado alto para una sociedad capitalista: manda la ley del dinero, no la ética.
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