Este artículo se publicó hace 14 años.
El mal urbanismo amplificó los efectos del temporal en Madeira según los técnicos
Los técnicos de Seguridad y Protección Civil de Portugal han asegurado que el planeamiento urbanístico de Madeira "amplificó" los efectos del fuerte temporal que sacudió el sábado el archipiélago.
El presidente de la Asociación Portuguesa de Técnicos de Seguridad y Protección Civil (Asprocivil), Ricardo Ribeiro, declaró a EFE que la planificación urbanística de Madeira "ha permitido la alteración de cursos de agua y ha supuesto la impermeabilización de los suelos, lo que a la larga contribuye a que se generen inundaciones y riadas".
"Aquello que sucedió en Madeira demuestra lo que puede provocar una errónea planificación urbanística", destacó Ribeiro.
Entre las "equivocaciones" cometidas en la planificación y ordenamiento del archipiélago de Madeira, el presidente de Asprocivil destacó la "mala canalización de los cursos de agua" y la "construcción de edificios o casas en lechos de ríos".
Ribeiro también criticó la falta de planes de emergencia ante catástrofes "actualizados y aprobados por las autoridades, no sólo en Madeira sino en todo Portugal".
"Uno de los objetivos es mejorar la calidad de la respuesta ante estos imprevistos, para lo que es necesaria la organización de los servicios de municipales de Protección Civil, sin embargo, en Portugal todavía no hay una verdadera cultura de la seguridad", lamentó.
Los comentarios acerca de la planificación urbanística de la isla han sido habituales desde que el pasado sábado un temporal azotase Madeira y provocase la muerte de al menos 48 personas, 120 heridos y el desalojo de sus viviendas de 250 madeirenses.
La presidenta de la asociación ecologista lusa Quercus, Susana Fonseca, ha afirmado que un buen ordenamiento del territorio en Madeira habría evitado tantas muertes y daños materiales.
"Todos los estudios indican que estos fenómenos extremos podrían convertirse en todavía más frecuentes", dijo la ecologista.
Fonseca consideró que es preciso "un particular cuidado en la ordenación de los espacios" para lograr minimizar el número "de vidas perdidas y de pérdidas naturales".
Sin embargo, el presidente de la Orden de Ingenieros de Portugal, Fernando Santo, apuntó que poco podría haber sido hecho en la prevención de esta catástrofe cuando se conjugan situaciones tan adversas.
Lo que sucedió en Madeira "fue una acumulación de situaciones anómalas, imprevisibles, tales como una pluviosidad excesiva durante mucho tiempo", explicó.
El ingeniero especificó que en estas circunstancias, en la isla de Madeira, que cuenta con "una orografía muy acentuada termina habiendo deslizamientos de tierra y la incapacidad de los terrenos de absorber las aguas, porque ya están completamente encharcados".
Santo sí reconoció que la canalización de aguas "debería haberse hecho con mayor atención, no sólo en Madeira, en todas partes".
De esta opinión es también el geógrafo y antiguo concejal de Ambiente de Funchal, Raimundo Quintal, quien señaló que la tragedia era "de esperar".
"No es el momento de buscar responsables o razones. Lo que ocurrió, ocurrió, pero no hay dudas de que era de esperar", aseguró.
"Espero que todos sepamos aprender de los errores cometidos", sentenció.
El temporal que afectó al archipiélago de Madeira el sábado y, sobre todo, a la isla homónima destruyó carreteras, puentes, y otras infraestructuras, principalmente en la costa sur.
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