Macarena Márquez se muestra abrumada por el éxito de su novela sobre 'Alcalá 20'

La escritora madrileña Macarena Márquez, autora de '37 minutos en el atasco', que rememora el incendio de la discoteca Alcalá 20 de Madrid en 1983, ha asegurado a Efe que está "abrumada" por el éxito que está teniendo su novela.

Márquez, que ha presentado su libro en Islantilla (Huelva), ha señalado que no sabe "si el éxito se debe a la propia novela o a la publicidad que está teniendo y a las referencias de internet", pero está "un poco abrumada por la acogida que está teniendo entre el público".

Una novela que, según ha explicado, nació casi de la casualidad, ya que cogió un autobús y vio que la persona que estaba a su lado "leía en el periódico la noticia del 23 aniversario del incendio y venía muy pequeñito en el periódico", cuando un hecho tan relevante debería, a su juicio, tener más protagonismo a pesar del paso del tiempo.

"Me empecé a preguntar donde estarían las personas ahora, y como podrían haber reconstruido sus vidas, porque los medios están vigilantes y alrededor cuando sucede un hecho como éste, pero eso no dura más de 48 horas", ha señalado.

Así, el libro es un compendio del trabajo de periodistas e historiadores, "porque cuando dejan de trabajar los periodistas entran a trabajar los historiadores, para que tenga constancia en el tiempo", y es que le impactó "que la noticia fuese sólo un breve", porque pensó en las personas que habían perdido a familiares jóvenes en el incendio.

La autora del libro ha defendido que los temas sociales hay que tratarlos "con frialdad", a la vez que con respeto a las personas implicadas y en primera persona, "aunque hay que ponerse también en las personas que están a tu lado y que han tenido pérdidas en su vida".

A la propia autora del libro le impactó especialmente el hecho, ya que estuvo en la discoteca madrileña la noche del 16 de diciembre de 1983, un día antes del incendio en el que murieron 81 personas.

Para recordar aquella noche, la autora del libro ha ubicado a tres personas que se desconocen entre ellas en un autobús, que durante 37 minutos se ve envuelto en un atasco a pocos metros de la discoteca Alcalá 20 y en sus recuerdos de aquella fatídica noche de 1983.