"Para lograr mis sueños, soy tan capacitado como cualquiera"

Oscar Pistorius (Suráfrica, 1986) vivió en Barcelona el triunfo del Barça en Roma. Y habla de la Copa de Europa, del partido y de la fiesta con una amplia sonrisa. Es la que luce habitualmente. Pero la pierde cuando se le pregunta por el litigio que mantuvo por poder competir con los atletas no discapacitados. Está harto de que se lo recuerden. Lo ganó y lo considera pasado.

Es el mejor atleta discapacitado del mundo. ¿Le molesta esto?

No me importa para nada. He aprendido más de mis experiencias en los Juegos Paralímpicos que en cualquier otra competición. Es un honor participar y contribuir a que tengan más reconocimiento.

¿Se siente discapacitado?

Tengo una discapacidad, pero creo que tengo más capacidades que discapacidades en mi vida y me gusta concentrarme en ellas. Lo que me importa es disfrutar de la vida y lograr mis sueños, y en eso me siento tan capacitado como cualquier otra persona.

¿En su vida diaria, en qué lo nota más?

En pequeñas cosas. Si voy a nadar al mar, después tengo que pasar un poco de agua por las prótesis para eliminar la sal. Pero, en realidad, hay muchas ventajas y las aprecio. Cuando voy en bici, no tengo que llevar zapatos especiales.

¿Por qué la IAAF insistió en no dejarle competir hasta que el TAS le dio la razón?

No sé. La IAAF está ahora contenta de que yo participe porque las pruebas del TAS eran más exhaustivas que las que ellos habían hecho en su día.

Pero aún hay expertos que sostienen que sus prótesis le dan ventaja sobre el resto.

Me gustaría no seguir hablando de esta cuestión. Pasó hace un año y la sentencia del tribunal dijo que las prótesis no ofrecen ninguna ventaja.

¿Pero podría decir cómo se siente cuando se iguala correr con sus prótesis a hacerlo dopado?

No. Prefiero no contestar.

¿Qué le motiva para seguir luchando?

No tengo que luchar más: estoy corriendo.

¿Competirá en la Golden?

Si me invitan, quizá.

¿Podrá correr en los tiempos de Wariner, Spearmon...?

Son maravillosos y tengo aún mucho trabajo que hacer para competir con ellos.

¿Qué le separa de ellos?

Es una cuestión genética: no todo el mundo puede correr en 43 segundos.