Llega más ayuda a Haití mientras se teme por el riesgo sanitario
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El ritmo de entrega de comida y medicamentos se ha acelerado en Haití, ofreciendo ciertas expectativas a los desesperados supervivientes, pero los médicos temen que las enfermedades puedan ser el próximo gran desafío para las decenas de miles de personas que resultaron heridas y se quedaron sin hogar hace una semana.
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Los equipos médicos que están llegando en masa para montar hospitales móviles dijeron que ya estaban superados por las víctimas y advirtieron sobre la amenaza inmediata que representan el tétano y la gangrena, así como el contagio de sarampión, meningitis y otras infecciones.
Nadie ha comenzado a estimar el número de heridos por el terremoto de magnitud 7,0 que el 12 de enero destruyó gran parte de la capital haitiana. Las autoridades locales han dicho que la cifra de muertos posiblemente se sitúa entre 100.000 y 200.000 personas.
Equipos internacionales de rescate trabajaban contrarreloj para sacar a los supervivientes de los edificios derrumbados. Aún se cree que decenas de miles de víctimas siguen enterradas bajo los escombros.
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Jon Andrus, de la Organización Panamericana de Salud, dijo el lunes que muchos de los supervivientes sufren fracturas múltiples y heridas internas.
En Haití, donde el sida, la tuberculosis y la malaria se encuentran extendidos, los niños están desnutridos y la higiene ya es un desafío, el terremoto ha sumado el peligro de infecciones potencialmente letales, huesos rotos, heridas internas y muchas otras complicaciones de salud.
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Una señal de regreso a la normalidad fue la reaparición de vendedores callejeros que ofrecían frutas y verduras. Sin embargo, cientos de saqueadores rondaban el lunes las derrumbadas tiendas del centro de Puerto Príncipe, robando artículos y peleándose entre ellos.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que había recomendado al Consejo de Seguridad que se sumaran 1.500 policías y 2.000 soldados a la actual misión de paz de la ONU en Haití, que cuenta con 9.000 miembros.
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Más de 11.000 efectivos militares estadounidenses ya están sobre el terreno, en barcos o en camino, incluyendo unos 2.200 marines con equipo pesado para despejar escombros, ayuda médica y helicópteros.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, dijo que su país no jugaría un papel de policía, aunque añadió que se defendería y "tiene derecho a defender a inocentes haitianos y a miembros de la comunidad internacional si algo ocurre".
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Otro responsable militar estadounidense dijo que la violencia era aislada y no estaba impidiendo la misión de ayuda humanitaria.
El lunes, tropas estadounidenses vigilaron la entrega de ayuda, que comenzó a llegar de manera más regular al campo de aviación controlado por Estados Unidos, y arrojaron desde el aire miles de paquetes con alimentos y agua para quienes aguardaban en campamentos improvisados.
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PROGRAMAS DE AYUDA
El presidente de Haití, René Préval, ha pedido a los donantes que no se centren únicamente en la ayuda inmediata para los haitianos, sino también en el desarrollo a largo plazo de la nación más pobre del hemisferio occidental.
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"No podemos simplemente curar las heridas del terremoto. Debemos desarrollar la economía, agricultura, educación, salud y reforzar las instituciones democráticas", dijo Preval en una reunión con donantes en la vecina República Dominicana.
El presidente dominicano, Leonel Fernández, propuso crear un fondo anual de 2.000 millones de dólares para financiar la reconstrucción de Haití durante cinco años. Desde la Unión Europea se han ofrecido más de 400 millones de euros en ayuda de emergencia y de largo plazo.
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hablado con su homólogo de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, sobre la necesidad de que ambos gobiernos y Canadá encabecen la organización de conferencias de donantes, dijo una portavoz en el palacio presidencial de Brasilia.