Llamados para la Fórmula 1

Andy (24 años) y Jaime (19) son una rara excepción en un mundo, el automovilismo de élite, frío y egoísta. Conservan la amistad forjada en el karting y, pese a la distancia geográfica y profesional que les separa, mantienen una cordial relación y siguen sus respectivas trayectorias profesionales.

La semana pasada, cuatro días antes de que Soucek se proclamara campeón de Fórmula 2, ambos conversaron telefónicamente uno en Madrid, el otro en Barcelona sobre el peculiar mudo de la Fórmula 1.

Andy Soucek: Parece mentira, que yo esté a las puertas de la F1 y tú, con lo pequeño que eres, ya estés ahí.

Jaime Alguersuari: Es verdad. Nos conocemos desde el karting. Yo empecé en Catalunya y tú en Madrid. Luego tú te fuiste a la Fórmula 3, yo a Italia, y nuestras carreras fueron diferentes.

A.S.: En karts coincidimos, pero tú, por edad, siempre estabas en categorías inferiores. Luego, cuando corrías la Fórmula Renault yo iba de coach de otro piloto rival tuyo. Ahí es donde creo que diste el gran salto. Empezaste a ganar carreras en Italia, en el campeonato europeo, Red Bull se fijó en ti y poco a poco te has ido haciendo un camino y todos estamos orgullosos de que estés en la F1.

J. A.: Gracias. En la F1 hay algo muy importante que se llama trayectoria. Se trata de coger el camino más corto, aquel en el que haya menos obstáculos. Yo hice un contrato de cinco años con Red Bull, desde 2005 hasta el año que viene, lo que me permitió correr en Europa, que es donde está el nivel. Tú hiciste la F3 nacional, cuyo problema es que sólo corres en España o, como mucho, en alguna prueba internacional. Yo corría en circuitos de F1 como Nurburgring, Hungría, Turquía Con 16 años adquirí una experiencia que tú no pudiste tener. Estuve dos años en la Fómula Renault a nivel internacional y el año pasado, en la F3 británica. Creo que yo hice el camino correcto, algo que es difícil según el momento, la situación y los recursos económicos, pero el apoyo de Red Bull fue fundamental para mí.

A.S.: Efectivamente, lo más importante es estar apoyado desde muy joven por una marca. Por Red Bull en tu caso, en el de Vettel, en el de Buemi... Ahí se ve cómo pilotos de 20 años o menos habéis llegado a la F1 muy pronto. Yo me lo tengo que currar un poco más. He tenido respaldo de patrocinadores a los que se lo agradezco mucho, pero no es lo mismo que tener una marca que te lleva, te posiciona y te dice dónde correr y cómo hacerlo. Has tenido un poco más de suerte, pero no te olvides de que sin talento no estarías ahí.

J.A.: Está claro. Siempre cuenta el talento y el hecho de ser un piloto completo. No llegan los malos, llegan los buenos. A quien no esté capacitado, le echan.

A.S.: También están las puñaladas traperas, los problemas y un factor determinante, el dinero. Hasta la F1 todo el mundo paga y muy poca gente cobra.

J.A.: Yo te considero un piloto de F1. En F1, no nos vamos a engañar, no están los mejores pilotos del mundo. Todo parece muy especial, pero no lo es. Tú tienes una trayectoria para estar en la F1. Eres un buen piloto, rápido, inteligente pero dependes de muchas más cosas. Y, efectivamente, en este deporte todo el mundo paga.

J.A.: Además, actualmente, en la F1 depende mucho, casi todo, del coche. Por eso para mí Fernando es el número uno. Es el más completo, te gana un gran premio o te gira 70 vueltas en la misma décima con 80 kilos de gasolina o con 30. No depende totalmente del coche, sino que es alguien que siempre empuja, tira y, aunque vaya octavo o noveno, nunca se da por vencido. Es el mejor piloto de F1 del momento.

A.S.: Estoy de acuerdo. Y es una pena que salten asuntos como el de Singapur. Son cosas que lo único que hacen es oscurecer el mundo de la F1. Yo no sería capaz de estrellarme aposta. No por nada, sino porque no sé chocarme contra una pared. Es como si te dicen cuando vas conduciendo por la calle: pégate con esa farola que te danos un coche nuevo. A lo mejor me quedo con el que tengo y sigo encantado. No sé si el tío [Piquet] estaría tan desesperado como para hacerlo. Jaime, no te quiero meter en ninguna polémica. Para mí, desde luego, si el río suena agua lleva, y algo hay detrás de todo esto.

J.A.: Yo quiero pensar que no. Que no ha habido nada, que nada ha sido a propósito ni estratégico. Es una situación completamente inusual que yo no había escuchado nunca. Además, bastante riesgo corres ya normalmente. Somos pilotos, es nuestro oficio y lo sabemos. Nunca piensas que te pasará nada a ti. Tú corres, haces lo que más te gusta, llevar un coche al límite e intentar ganar carreras. Cuando ves accidentes como el de Henry [Surtees, fallecido el pasado 19 de julio en la cita británica de la F2] o el de Massa [en el GP de Hungría], ves que te puede pasar. Todo es posible, cada uno tiene un destino y es algo que asumes.

A.S.: Yo viví de primera mano el accidente de Henry. Recuerdo que hablamos por teléfono y que tu llevaste la dedicatoria en el caso, y yo también. Creo que a los dos nos traumatizó. Una cosa es que haya un riesgo implícito o que lo sepamos, pero cuando se producen casos como estos, los pelos se te ponen de punta y es cuando verdaderamente planteas que lo que haces es peligroso. Luego, cuando nos subimos al coche, ni se nos pasa por la cabeza, estamos centrados en la carrera y, aunque suene mal decirlo, tenemos que pasar página.

J. A.: Lo del riesgo en la F1 es tan recurrente como lo de la desigualdad de trato entre pilotos del mismo equipo. A mí me tratan igual que a Buemi. Cuando yo empecé a correr en la Fórmula Renault había en el equipo pilotos que llevaban más años a los que sí les daban mejor material. Yo era nuevo, estaba aprendiendo y es normal.

A. S.: Sí es cierto que en categorías inferiores te tienes que ganar el puesto de mejor piloto. Y quieras o no, haciendo las cosas bien, el trato cambia. Tú lo sabes. Si empiezas a ganar a Buemi, el año que viene serás tú el piloto número uno de Toro Rosso. Hay que currárselo, tú lo tienes difícil porque yo he corrido con Buemi y es un tío muy rápido y con experiencia. Poco a poco te estás acercando y si al final te pones a su altura o le ganas, será tu culminación este año. Es un poco como lo de Luca Badoer [ex piloto de Ferrari que sustituyó a Massa, pero que fue reemplazado por Fisichella tras dos grandes premios desastrosos]. Yo creo que a ti te ha venido bien. Ganar a alguien que lleva muchos años en la F1 y que conduce un Ferrari dice mucho de ti. Y dice que no es nada fácil llevar un F1.

J.A.: Sinceramente, a mí lo de Badoer no me ha perjudicado para nada. Hace diez años que no corría una carrera y no ha podido hacer test con el coche de este año porque están prohibidos. Su situación nos sorprendió un poco a todos. Es difícil. En la F1 hay muchos factores que no puedes controlar: la carga de gasolina, los neumáticos Son cosas que no se aprenden en un día.

A.S.: Los que si han aprendido en poco tiempo son los aficionados. Fernando ha ayudado a que el automovilismo en España tenga un poco más de auge. Eso no quiere decir que sin él no hubiese existido el programa de jóvenes pilotos de Red Bull, ni que tú no hubieses ganado la F3 británica ni que no estuvieras en la F1. Para ti no cambia mucho la transición de los hechos, pero para que ahora mismo estemos manteniendo esta conversación y se le dedique tanto a la F1, Fernando si tiene mucho que ver.

J. A.: Pues yo creo que sin que hubiera aparecido Fernando sí podríamos estar conversando públicamente de F1, ¿por qué no?

A.S.: Tú eres muy joven, todavía no se te puede comparar con Fernando, es muy pronto para hacer hipótesis. Cada piloto es diferente, tú no eres Alonso, eres Jaime Alguersuari, por ello te tienes que defender y yo creo que no tenéis nada que ver uno con otro. Al final, en la vida unos vienen y otros se van. El rumbo determinará si es Jaime, si es Pedro de la Rosa o si somos Jaime y yo, pero desde luego tú eres el que más futuro tiene ahora.

J. A.: Hablar de futuro es arriesgado. Últimamente, todo cambia mucho cada año. Por ejemplo, en 2010 el depósito será el doble de grande, habrá cambios de ruedas pero no se podrá repostar. Desde el punto de vista del espectador le dará más emoción porque conducir un coche con 120 o 140 kilos de gasolina es complicado.

A. S: Estoy de acuerdo con lo del futuro. Ningún padre puede determinar que un chaval de ocho años va a llegar a la F1. Sí es cierto que hoy los chavales llegan mejor preparados, por eso estás tú en la F1. Porque siendo tan joven has dado muchas vueltas y estás a la altura de un tío que lleva muchos más años en esto. El piloto tiene que nacer, porque creo que muchos de los pilotos actuales, y no me refiero a ti, se hacen a base de vueltas. Y estos pueden llegar a la F1, pero al final tienen que demostrar algo más. Tú te tienes que diferenciar por el trabajo que desarrollas. Los pasos son muchos.

J. A.: Así es. Con ocho años a un chaval se le ve si tiene futuro para jugar en el Madrid, Barca o Manchester porque tiene un don. En los coches dependes de muchas más cosas.

A. s.: Y luego, chavales con 14 o 15 años, que pasan de la niñez a la madurez y deciden que esto les quita mucho tiempo, que lo que le gustan son las tías u otro deporte. Y a lo mejor el padre se ha gastado una fortuna y al chaval se le quita de la cabeza la idea. No puede ser el padre el que predetermine tu destino, sino el piloto quien año tras año se supere a sí mismo. Por mucho que digan tu padre, tu tío, tu patrocinador si tú no eres capaz de ganar en lo que te subas, nunca vas a llegar a la F1. Jaime ha llegado y cada vez que le veo recuerdo anécdotas que hemos vivido. Cuando corrías con Campos en la Fórmula Renault hemos ido a muchas cenas, hemos estado en muchos circuitos Jaime era un chavalín, ahora se ha convertido en un tío hecho y derecho, y recuerdo las típicas tonterías que se hacen de niño: hacer el capullo con los coches de alquiler, freno de mano, quemar embragues, trompos, estrellar coches Ese tipo de gilipolleces creo que las hemos hecho todos en la época del karting porque nos creíamos Schumachery nos ha flipado siempre este mundo. Lo que no aguanto es tu forma de llevar la gorra en plan rapero.

J. A.: Andy, al fin y al cabo, eres un gran amigo .