Este artículo se publicó hace 14 años.
Libia ordena al ACNUR que abandone sus actividades en el país
Libia ha ordenado al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) que abandone sus actividades en el país, donde presta ayuda humanitaria a miles de refugiados y solicitantes de asilo.
"Las autoridades libias nos han ordenado clausurar nuestra oficina", anunció hoy en Ginebra la portavoz del ACNUR, Melissa Fleming.
El Gobierno libio no ha dado ninguna explicación al organismo de la ONU, que tiene registrados en el país a 9.000 refugiados y 3.700 solicitantes de asilo.
El organismo ofrece a una parte de ellos atención médica, cobijo y asesoría legal, en vista de que no puede cubrir las necesidades de todos, explicó.
Fleming sostuvo que el personal del ACNUR no ha recibido una fecha límite para dejar Libia, pero "se nos ha hecho entender que tenemos que irnos".
El ACNUR opera en Libia desde 1991 y los refugiados que tiene registrados son principalmente de origen palestino, iraquí, sudanés, somalí y eritreo, mientras que entre los solicitantes de asilo prevalecen estos últimos.
Además de su trabajo con esos grupos, el organismo también estaba autorizado a visitar quince centros de detención de inmigrantes con el objetivo de verificar sus condiciones, así como determinar su estatus legal.
La portavoz recordó que Libia no ha firmado la Convención sobre Asilo de 1951 (la más importante y universal en la materia) y carece de un sistema nacional de asilo, de modo que el ACNUR cumplía un rol primordial en la evaluación de las solicitudes de refugio.
Por ello, el Alto Comisionado espera que la medida sea temporal e "intenta negociar" con las autoridades, señaló Fleming.
Esta situación sigue a un incidente registrado entre este domingo y lunes, cuando un bote con veinte personas se encontraba a la deriva en aguas próximas a las costas de Italia y Malta, a pesar de lo cual no fue rescatado por los guardacostas de ninguno de estos países.
La embarcación, donde había tres mujeres y un niño de ocho años, fue remolcada por un navío libio hasta su territorio, el mismo donde habían iniciado su travesía.
Fleming señaló que el bote, que transportaba inmigrantes en su mayoría eritreos, estuvo 24 horas en riesgo de naufragar pese a que dos guardacostas europeos estaban cerca para evitarlo.
"Esta situación pudo resultar en una tragedia humana y nosotros nos preguntamos por qué", dijo.
Recordó que su institución ha criticado la estrategia de Italia y Malta de rechazar los botes con inmigrantes que se aproximan a sus agua y que sea Libia la que se ocupe.
En este caso era Malta la responsable de rescatar la embarcación, señaló Fleming.
"El bote a la deriva estaba dentro o cerca del área de búsqueda y rescate de Malta", mientras que la costa italiana se encontraba a 40 millas náuticas.
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