La Ley de Dependencia no llega a las aulas

Daniel es un niño de ocho años. Estudia primaria en un colegio concertado de Málaga, aunque el autismo que padece le supone una barrera a la hora de comunicarse con el resto de sus compañeros. Con la Ley de Dependencia sus padres vieron una puerta abierta para obtener ayudas. Eso sí, para lograrlo han tenido que superar una carrera de obstáculos que todavía no ha concluido para ellos.

La madre de Daniel es Mariola Rueda. Después de conseguir que su hijo fuera el primero de España en obtener un asistente personal durante 112 horas semanales, ahora quiere que le acompañe también al colegio.

De esta forma, según ella, se cumpliría con lo establecido en la legislación que encomienda a estos profesionales que favorezcan la integración educativa o laboral. Pero esta circunstancia no la acepta la Delegación Provincial de Educación y justifica que el menor “está correctamente atendido en todo momento” según el jefe de Servicio de Ordenación Educativa en Málaga, Salvador Muñoz. La familia del pequeño quiere “garantías”. Por eso pide que la Junta de Andalucía le asegure, por escrito, que la asistencia será permanente en el centro escolar.

Recogido en la ley

Sin embargo, desde la administración se señala que no hay por qué formular esta precisión, ya que la misma está recogida por ley. Así lo señaló ayer a Público el propio Salvador Muñoz, quien concretó que con esta medida lo que se pretende es que Daniel tenga su asistente personal todas las horas posibles fuera del colegio, ya que en el centro educativo cuenta, además de con un monitor en clases especiales, con un pedagogo y un logopeda.

Asimismo, afirma que en las reuniones que ha mantenido con los padres del alumno, éstos no le han comunicado ninguna queja e insta a los mismos a que denuncien si existe algún problema para realizar una inspección.

Ahora mismo la solución para la madre de Daniel pasa por recurrir a los tribunales para que un juez interprete la legislación si antes no llega a un acuerdo con la Delegación Provincial de Educación. Además, la familia de Daniel no está sola. El Foro de Vida Independiente apoya también la presencia del asistente personal en el colegio basándose en lo que, a su juicio, se recoge en la ley de la que creen que se debe reformular parte de su articulado.

Para uno de sus representantes en el ámbito nacional, Javier Romanach, se podría adelantar la revisión de la actual legislación gracias a la actitud “más positiva” que tiene la actual ministra de Política Social, Mercedes Cabrera, en relación con su predecesor, Jesús Caldera.

Un gran avance en seis años

Para el Foro de Vida Independiente, lo fundamental para superar los problemas que plantea el reglamento es tener “una visión más moderna de la realidad”. No obstante, el colectivo valora positivamente el hecho de que la figura del asistente personal exista en casi todo el país –con la excepción de La Rioja y Baleares–, sobre todo teniendo en cuenta que hace sólo seis años era algo que no se recogía en ninguna comunidad autónoma. A Daniel le falta menos para conquistar su independencia.