Este artículo se publicó hace 16 años.
Los Lakers ganan con el protagonismo de Bryant, los Spurs pierden sin el de Ginóbili
La victoria de los Lakers sobre los Spurs en el comienzo de la serie final de la Conferencia Oeste demostró que aquéllos sólo pueden ganar con el protagonismo de Kobe Bryant y que éstos, ante un marcador igualado, no pueden salvarse sin las genialidades del escolta argentino Manu Ginóbili.
La victoria por 89-85 de los Lakers ante los Spurs, actuales campeones de liga, ofreció cosas muy positivas por parte de ambos equipos, pero al final decidió fue que Bryant, con 23.9 segundos para el final, anotó la canasta de la ventaja y Ginóbili falló un triple a falta de nueve segundos.
Ahí estuvo la diferencia que permitió a los Lakers remontar una desventaja que llegó a ser de 20 puntos.
La primera parte fue un calvario para los Lakers y Bryant sólo pudo anotar dos puntos. Pero en los dos últimos cuartos consiguió nada menos que 25 puntos, incluidos 14 en los últimos 12 minutos del partido.
Bryant no anotó en el primer periodo, algo que no le sucedía desde el 10 de junio del 2004, cuando los Lakers se enfrentaron a los Pistons de Detroit en la final de la NBA.
Pero a los Spurs no les fue posible mantener su ventaja porque Bryant volvió a demostrar que es la gran estrella de la NBA y que no sólo lidera a su equipo sino que aporta las genialidades que dan las victorias.
El pívot español Pau Gasol, con 19 puntos, siete rebotes, tres asistencias y dos tapones, le arropó durante el tiempo que Bryant careció de la inspiración encestadora.
El entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, reconoció que habían perdido una gran oportunidad de conseguir una victoria que hubiese sido de oro para hacerse con la ventaja de campo y reconoció que había que darle crédito a los Lakers y especialmente a su estrella Bryant, por su reacción en la recta final.
Aunque Popovich también admitió que su equipo en la recta final del partido ayudó a los rivales al tomar malas decisiones en los tiros a canasta. Dejaron de mover el balón, esperaron al final de la posesión para intentar la anotación y, lo que es peor, no hicieron penetraciones rápidas.
El hombre que es un genio y único en tal misión, el argentino Ginóbili, se vio sorprendido por la excelente defensa del escolta reserva de los Lakers el esloveno Sasha Vujacic, y ahí se acabaron las opciones de triunfo de los Spurs.
El alero Tim Duncan pudo conseguir 30 puntos y el base francés Tony Parker aportar 18 tantos con 10 rebotes y seis asistencias, pero faltaron las genialidades y los puntos decisivos de Ginóbili, que se quedó en 10.
Ginóbili, que había sido el salvador de los Spurs en el séptimo partido ante los Hornets de Nueva Orleans, anotó sólo 3 de 13 tiros de campo, 2 de 6 triples, y 2 de 2 desde la línea de personal.
El entrenador de los Lakers, Phil Jackson, que llegó a los 188 triunfos en fases finales, admitió que el triunfo de su equipo fue posible, antes que nada, por el gran marcaje de Vujacic sobre Ginóbili.
"Sasha tuvo una asignación muy concreta durante toda la noche y jugó muy buena defensa contra Ginóbili", declaró Jackson. "Esta claro que en ataque tuvo partidos más brillantes, pero defensivamente completó uno de los mejores".
Estaba todo dicho: Vujacic le ganó el primer duelo particular a Ginóbili y ahí estuvo la clave principal para que los Lakers consiguiesen la victoria.
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