El ladrón de bibliotecas tenía planeada una ruta para continuar sus robos
Z.V., de 47 años y nacionalidad húngara, robó en España 67 mapas y documentos cartográficos de gran valor histórico
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El presunto ladrón de más de 67 mapas y documentos cartográficos de gran valor histórico en varias bibliotecas españolas, detenido el viernes por la Guardia Civil, tenía planeada una ruta para continuar sus robos en otras 28 provincias españolas y del extranjero.
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Z.V., de 47 años y nacionalidad húngara, señalaba en un mapa de carreteras las bibliotecas que pensaba "visitar", en un recorrido que había comenzado en el norte de España, y según el cual le faltaban por recorrer una treintena de ciudades, antes de pasar a Portugal -donde planeaba detenerse en Lisboa, Coimbra y Oporto-, a Francia y a Italia, según ha informado la Guardia Civil.
Las anteriores paradas de esta ruta habían sido seis bibliotecas de Soria, Toledo, Valladolid, Logroño y Pamplona, de las que había sustraído en los últimos cinco meses 67 mapas y tratados de geografía de los siglos XVI y XVII, entre los que se encuentran varios Ptolomos.
Todos los documentos robados se encontraron, guardados en carpetas, en una habitación de hotel de Pamplona donde Z.V. fue detenido el pasado viernes.
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El detenido, que no tiene antecedentes penales y se dedicaba a la compraventa de vehículos usados en República Dominicana, país en que residía, ha asegurado a la Guardia Civil que su intención no era vender los mapas, sino que los quería para su colección personal.
También ha afirmado que había comenzado esta actividad cuando, al conocer el robo de diez mapas ptolomeos en la Biblioteca Nacional en agosto de 2007, se dijo que si otro había cometido ya ese delito, "por qué no iba a poder hacerlo él".
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Comenzó entonces esta serie de robos, para los que conseguía con documentación falsa pases de investigador en las diferentes bibliotecas que guardaban libros que previamente había localizado en Internet.
Una vez en la sala, desprendía los mapas con ayuda de pequeñas cuchillas que escondía en carteras o fundas de gafas, y los sacaba ocultos en carpetas o en dobles fondos que elaboraba artesanalmente pegando entre sí varios folios para elaborar una especie de sobre.
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Cuando había arcos de detección de metales en la puerta de la biblioteca, empleaba utensilios fabricados por él, como tarjetas seccionadas de manera que sirvieran de hoja cortante o los plásticos que contienen los cuellos de las camisas, que afilaba para convertirlos en pequeños cuchillos.
El detenido, que ha ingresado en prisión, viajaba acompañado de su compañera sentimental, de nacionalidad dominicana, que no ha sido detenida porque no hay constancia de que colaborara con él: según el portavoz de la Guardia Civil, "ella se dedicaba a hacer turismo mientras tanto".
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El Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, que los buscaba desde el pasado abril en la llamada operación Biblión, los localizó finalmente a través de los registros de los hoteles en que se alojaban.
Esta operación se inició en marzo de 2008, cuando fue robado en la Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del Escorial (Madrid) un mapa desplegable de un tratado sobre cosmografía y expediciones geográficas que databa de 1537; y se retomó al reaparecer el presunto autor del robo en la Biblioteca de Salamanca el pasado abril.
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La Guardia Civil trata ahora de averiguar si el detenido tenía contactos a los que pudiera vender lo sustraído, cuyo valor económico no puede determinarse ya que, según ha explicado el portavoz, "en el patrimonio histórico el valor depende de la oferta y la demanda: si a un coleccionista caprichoso le faltaba justo ese ptolomeo, podría llegar a pagar lo que fuera por él".