Este artículo se publicó hace 15 años.
Kosovo fija la estabilidad como objetivo máximo tras un año de independencia
Pristina, 17 feb (EFE) - La estabilidad se ha convertido en la prioridad de Kosovo un año después de la polémica proclamación unilateral de independencia de esta provincia serbia, mientras albaneses y serbios mantienen un profundo desacuerdo sobre el futuro del país.
La cúpula albano-kosovar asegura que si logra mantener la estabilidad en el país durante los próximos cinco años, se podría consolidar la paz en este pequeño y empobrecido Estado, reconocido hasta ahora por sólo 54 países.
Pieter Feith, el representante especial de la Unión Europea (UE) en Kosovo, coincide con está opinión pero también destaca el creciente rechazo albano-kosovar de la UE y las tensiones en el norte del país, donde está la principal concentración de serbios.
En el primer año de la independencia kosovar sólo hubo contados incidentes de violencia interétnica, aunque los observadores coinciden en que persiste el potencial para más casos de violencia.
Y es que los serbios siguen resistiéndose a la independencia kosovar y quieren regular su vida política bajo soberanía serbia.
En medio de una evidente apatía política en Pristina, no existe por ahora alternativa al actual gobierno kosovar, liderado por el ex guerrillero Hashim Thaci.
En realidad, sólo crece el apoyo al movimiento extraparlamentario radical "Vetvendosja" (Autodeterminación), que exige una unificación con Albania, y se presenta partidario de que las misiones de la ONU y la UE salgan de Kosovo.
Pero Pristina está obsesionada con la estabilidad, por encima de otros asuntos candentes como la reducción del desempleo, de la pobreza y de la lucha contra la endémica corrupción.
El propio Thaci aseguró a Efe que "no existe ningún peligro de inestabilidad en Kosovo" y acusó a Serbia de tratar de provocarla al poner en duda la integridad territorial del nuevo país.
Por eso, Thaci anunció esta semana la creación de un Consejo de Seguridad Nacional, que será responsable de redactar un plan de seguridad.
Parte de esa estrategia será la Fuerza de Seguridad de Kosovo, el primer Ejército autóctono del nuevo Estado, creado este año y que contará con unos 2.500 efectivos.
Además, el Gobierno planea una gran reforma del sistema judicial, con el asesoramiento de los cerca de 2.000 expertos de la misión civil de la UE (Euelex), que están en Kosovo desde diciembre pasado.
Mientras, la opositora Alianza para el Futuro de Kosovo (AAK) afirma que la estabilidad es una farsa y critica al Gobierno de Thaci de no haber logrado establecer su autoridad en el norte.
Después de la guerra de Kosovo en 1999, se ha establecido en la ex provincia serbia una especie de "aristocracia ilegal", basada en el contrabando y la corrupción.
Faith instó esta semana al Gobierno kosovar a esforzarse más en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
De hecho, la situación socioeconómica sigue siendo desoladora, con una tasa de desempleo superior al 45 por ciento y una dependencia aplastante de las remesas de dinero de kosovares en el exterior.
En el campo laboral, el año pasado hubo numerosas huelgas, entre las que destacaron las de agentes de la Policía, empleados de la Justicia y del sistema sanitario, así como de los maestros.
Thaci rechaza las acusaciones de inoperancia en su contra y destaca que su Ejecutivo ha construido 600 kilómetros de carreteras y ha mejorado la infraestructura del sistema escolar.
Pero los avances no van más allá, ya que la situación sigue precaria en cuanto al empleo, al abastecimiento energético y al cobro de impuestos.
Rrustem Shaipi, un jubilado de 67 años, dijo a Efe en Pristina que sigue malviviendo con una pensión de apenas 45 euros mensuales. "Eso no alcanza ni siquiera para comprar medicamentos", se lamentó. Artan Mustafa
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