Este artículo se publicó hace 16 años.
Kenia decide imponer sanciones al Presidente de Somalia
El Ministro de Asuntos Exteriores de Kenia, Moses Wetangula, anunció hoy sanciones contra el Presidente de la vecina Somalia, Abudlahi Yusuf, a quien acusó de haberse convertido en un "obstáculo para la paz" en su país.
Las sanciones, que también se aplicarán a la familia de Yusuf, incluyen una posible prohibición de entrada a Kenia y la congelación de sus activos en este país, sin embargo, la fecha de comienzo de las medidas todavía no ha sido determinada, dijo Wetangula en rueda de prensa en Nairobi.
Wetangula instó asimismo a la región y a la comunidad internacional para que actúen "al unísono y condenen a los que han arruinado el proceso de paz somalí", en alusión a Yusuf.
Según el ministro, Kenia actúa en el marco de una decisión que la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo del Este de África (IGAD) tomó en noviembre pasado acerca de Somalia y por la cual se pactó imponer sanciones a los líderes somalíes que fueran identificados como un obstáculo para la paz en el país.
El Canciller keniano apoyó además su decisión en los nexos directos que ha tenido Kenia en la formación del gobierno de transición de Somalia, cuyos ciudadanos han cruzado de a miles las fronteras comunes para escapar del conflicto civil en el país.
"Mi país está implicado en Somalia, ya que acoge a más de 250.000 refugiados somalíes y actúa como base de las operaciones de la ONU y las ONG en el estado vecino", dijo Wetangula, quien recalcó que Kenia fue sede durante dos años de las negociaciones que dieron lugar en 2004 al Gobierno Federal de Transición (FTG) somalí.
Kenia tomó su decisión después de tres días de confrontaciones entre Yusuf y su Primer Ministro, Nur Hassan Hussein, que pusieron nuevamente en peligro la estabilidad del FTG.
El domingo, Yusuf anunció que destituía a Hussein, con quien comenzó a tener desavenencias en julio pasado, cuando éste despidió a un aliado del jefe de Estado, el alcalde de Mogadiscio, Mohamed Omar Habeb, acusado de violar los derechos de los desplazados que huyen de los conflictos entre las tropas somalíes y las milicias integristas islámicas Al Shabab.
La diferencia más profunda es, sin embargo, la que los dos políticos mantienen en torno al acuerdo de paz firmado en el vecino Yibuti entre el FTG y la opositora Alianza para la Nueva Liberación de Somalia (ARS).
La iniciativa, mediante la cual el FTG y la ARS compartirán el poder en Somalia, cuenta con el apoyo de Hussein pero es rechazada por Yusuf.
El Parlamento somalí, que tiene su sede en Baidoa -245 kilómetros al sudoeste de Mogadiscio, la capital de Somalia- dio ayer su voto de confianza a Hussein, y el presidente de la Asamblea, Sheikh Adan Mohamed, subrayó que el poder legislativo somalí "mantiene su confianza en el Primer Ministro y su gabinete, que pueden seguir trabajando".
"El Presidente no puede despedir a un Primer Ministro, aunque puede pedir al Parlamento un voto de censura", matizó Adan Mohamed.
Yusuf ignoró hoy la oposición del legislativo a su decisión de destituir a Hussein y designó como nuevo primer ministro a Mohamed Guled, jefe militar con el que mantiene una estrecha relación.
"No estoy de acuerdo con la decisión del Parlamento de apoyar al primer ministro que yo destituí, así que este nuevo jefe del Ejecutivo es el legítimo", aseguró Yusuf en una rueda de prensa en Baidoa.
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