Este artículo se publicó hace 13 años.
Ken Loach asegura que "la censura sigue viva en la Europa del siglo XXI"
Tras medio siglo de cine político, el director británico Ken Loach considera que la crítica al discurso dominante es hoy más difícil que nunca y que la censura sigue vigente en la Europa del siglo XXI.
"Antes filmábamos películas que quizás nunca se estrenaban. Ahora, sencillamente, no se llegan a rodar. El control desde las altas instancias es mucho más preciso, se hace minuto a minuto, y muchas películas nunca llegan a nacer", afirmó en una entrevista con Efe Loach, autor de "Agenda oculta" y "Lloviendo piedras".
El combativo director de "En un mundo libre", "Solo un beso" o "Ladybird Ladybird", entre otras, acaba de cumplir 75 años y también 50 años en el cine, una carrera en la que recuerda haberse enfrentado a trabas de todo tipo.
Entre ellas rememora el veto en los canales británicos a sus documentales críticos con Margaret Thatcher en los 80 o la negativa de la organización "Save the Children" durante cuatro décadas a emitir una cinta filmada en colegios de Inglaterra y África.
La organización humanitaria contrató en 1969 a Loach para plasmar la realidad de sus centros educativos, pero el resultado no fue el que esperaban.
Recibieron una cinta que ponía al descubierto prácticas abusivas y "colonialistas" que, según describe el director, han impedido su difusión hasta ahora, cuando la Filmoteca Británica acaba de recuperar el documental en un ciclo dedicado a los 50 años de carrera del cineasta.
Heredero del movimiento estético del realismo social británico y defensor de ideas políticas socialistas, Loach culpa a un capitalismo que "se ha vuelto más agresivo y ha invadido todos los aspectos de la vida" de que el cine haya dejado de ser un medio de comunicación para convertirse en un "bien de consumo".
"Sacudir conciencias nunca fue fácil, pero es todavía más duro para la gente que comienza ahora", comenta Loach respecto a cineastas como su propio hijo, Jim, que este año ha estrenado una ópera prima que refleja con crudeza las políticas sociales del Reino Unido en décadas pasadas.
El veterano director ha llevado a la gran pantalla dramas bélicos en España ("Tierra y libertad"), la Guerra de la Independencia Irlandesa ("El viento que agita la cebada") o la de Irak ("Route Irish"), siempre desde la óptica de unos personajes que sufren las consecuencias de un conflicto político.
Loach fue uno de los fundadores en 2004 del partido británico "Respect", que promueve la "igualdad, el socialismo, la paz y la ecología" y sostiene que el único modo de cambiar el rumbo de un sistema económico que "se está colapsando" es "formar parte de la resistencia desde dentro de una organización, como un sindicato o un partido político".
El cine, en cambio, solo ocupa un papel secundario en la tarea de "ampliar la conciencia política" de la sociedad, según Loach, quien también ha dejado su impronta en "La canción de Carla", "Buscando a Eric" o "Mi nombre es Joe", entre otros filmes.
"Puedes contar historias que el poder no quiere oír, arrojar algo de luz sobre cómo se organiza la sociedad y mostrar una imagen real de los conflictos, pero eso no es más que un principio, y creo que las películas no pueden hacer mucho más", reflexiona el director.
Ken Loach suele mostrar conflictos a gran escala a partir de historias individuales, como en la cinta de 2007 "En un mundo libre", que reflexiona sobre las condiciones de la inmigración a partir de los esfuerzos de una empresaria británica por sacar adelante una pequeña compañía de trabajo temporal.
En la misma línea, convencido de que una visión global solo se puede mostrar a través de protagonistas individuales, el cineasta ultima estos días "The Angel's Share", una historia "llena de sentido del humor" sobre un convicto que trata de alejar a su hijo del mundo del crimen.
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