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Un juez investigará el incendio de Tarragona

El magistrado abre diligencias para determinar las causas de la muerte de cuatro bomberos // LaGeneralitat insiste en que actuó bien, pese a las críticas del alcalde de Horta de Sant Joan

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A pocos kilómetros de donde más de medio millar de bomberos luchaban ayer metro a metro contra un incendio mortal y reavivado, las Administraciones se preparaban contra un segundo fuego. Durante el día de ayer, algunos sectores ya pusieron en duda la buena gestión del incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona), que el martes causó la muerte de cuatro bomberos e hirió de gravedad a otros dos, ingresados en la Unidad de Quemados del Hospital de la Valla d Hebron (Barcelona).

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Los cuatro fallecidos eran naturales de Lleida. Sus amigos y familiares coinciden en que eran profesionales a quienes les gustaba su trabajo y tenían un gran compromiso social. "Ser bombero era su ilusión", explicaba ayer el alcalde de Almatret, de donde era natural una de las víctimas, David Duaigües. Más al norte está la comarca del Pallars Jussà, de donde procedían dos de los fallecidos y uno de los heridos, informa Cèlia Berengueres.

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Uno de los dos bomberos malheridos, de 39 años, permanecía ingresado en estado grave con quemaduras en el 75% de su cuerpo. La consellera de Salut de la Generalitat, Marina Geli, lo encontró ayer "con ganas de luchar para salir adelante", aunque su estado empeoró durante la tarde. Su otro compañero, de 31 años, se encontraba crítico.

El juzgado de Gandesa abrió ayer diligencias previas para investigar las causas de la tragedia. Poco antes, CCOO y UGT, que defendieron con uñas y dientes el trabajo de sus compañeros, ya habían solicitado el inicio de estas pesquisas. Pero quien realmente encendió la mecha fue el alcalde de la localidad más afectada por las llamas, Àngel Ferràs, de CiU, que denunció "una cierta relajación" en los mandos de los bomberos. Según su versión, a mediodía del martes el fuego se daba por controlado, y se dio una cierta inacción que precedió el súbito cambio de viento y la tragedia.

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El presidente del Consell Comarcal de la Terra Alta, Xavier Pallarès, también de CiU, se sumó a las críticas y denunció que el martes oyó por radio "cómo un hidroavión pedía en vano que le dieran las coordenadas para lanzar agua".

Pero este no era el único punto de conflicto. Un vecino de Horta, Manel, se quejaba de que los Mossos impidiesen el acceso de los propietarios a las fincas amenazadas y "dejasen de contar con la opinión de la gente del terreno". "Nosotros lo conocemos mejor y podíamos colaborar. Pero nos dejaron de lado", añadía. Interior sostenía que permitirlo habría provocado "más muertes". "Si a cuatro bomberos profesionales les pasó lo que les pasó...", reflexionaba un responsable de la conselleria.

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María cargaba contra las medidas ambientales: "Las limitaciones legales para actuar en las propiedades situadas dentro del Parque Natural dels Ports hacen que el sotobosque no se limpie y se han dejado perder senderos". Sobre las causas, sólo rumores: "La zona donde empezó está sucia, es de paso de senderistas y aficionados al barranquismo", comentaba otra vecina, Neus.

Interior de la Generalitat, con Joan Saura a la cabeza, negó cualquier tipo de dejadez y defendió que, aunque los medios aéreos se retiraron por precaución a causa del viento, las dotaciones terrestres siguieron trabajando. "Si alguien puede decir que nos relajamos con cuatro muertos, que nos lo explique", exclamó el cabo Víctor Fernández.

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Saura zanjó la polémica pidiendo comparecer ante el Parlament lo hará el martes para explicar las causas que provocaron la muerte de profesionales "experimentados y con acreditación más que sobrada", según reconocía un veterano bombero. Por la tarde el alcalde de Horta, reprendido por los propios bomberos, rebajó el tono.

Desde primera hora de ayer, más de 500 efectivos continuaban las labores de extinción. El fuego, cuyo origen se investiga, tenía su foco más activo al nordeste de la localidad a causa de su difícil acceso, y a los impedimentos del viento al uso de hidroaviones y helicópteros.

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Las llamas habían consumido hasta mediodía 800 hectáreas de masa forestal en zonas de alto valor ecológico. Como hace dos días, el incendio volvió ayer a activarse tras un cambio de viento. La ministra de Defensa, Carme Chacón, dio por controlado su perímetro el mismo martes, lo que le valió una rectificación de Saura.

Unas condiciones meteorológicas extremas, con temperaturas de 38 grados y una humedad del 19%, espolearon las llamas. Al cierre de esta edición, el fuego seguía muy vivo. El responsable de mando de Bomberos, Félix González, admitió que se trata de uno de los peores incendios en Tarragona.

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