Este artículo se publicó hace 17 años.
Juan Luis Guerra dio lo mejor de sí y recibió solidaridad a manos llenas
El dominicano Juan Luis Guerra conquistó anoche el fervor y la solidaridad de centenares de sus paisanos, que acudieron a un concierto benéfico ofrecido por el artista para ayudar a los afectados por la tormenta tropical Noel.
La gala "Abriendo esperanza" sirvió para confirmar el arraigo del cantautor, además de cumplir con las expectativas de Guerra, que agradeció a Dios el respaldo al selecto espectáculo presentado en un hotel de Santo Domingo.
En una noche empañada por el trato dado a la prensa, que entre otros vejámenes fue introducida al concierto por la cocina del lugar, Guerra fue previamente el anfitrión de una cena copada por ministros del Gobierno, empresarios y figuras del arte local, así como del campeón olímpico de los cuatrocientos metros vallas, Félix Sánchez.
La canción "La llave de mi corazón", recién premiada en los Grammy Latino, fue la elegida por el artista para iniciar su presentación y con ello adueñarse de principio a fin de una concurrencia que pareció olvidar el trágico motivo de la gala.
Los éxitos "A pedir tu mano", "Visa para un sueño" y "Ojalá que llueva café" se escucharon entonces en una sala repleta que sacaba tiempo para bailar y aplaudir cada uno de los gestos del cantante.
Acompañado de su orquesta 4-40, Juan Luis Guerra fue todo sonrisas cuando interpretó las bachatas "Como abeja al panal" y la más reciente "Que me des tu cariño", finalista como canción del año en los Premios Lo Nuestro 2008, que reconocen la mejor música latinoamericana.
El sonido y las luces fueron el complemento perfecto a la actuación del artista dominicano, quien antes del concierto anunció que viajará el martes a Miami (EEUU), y que pasará la Navidad en su país "junto a los suyos".
La fiesta estaba ya avanzada cuando se escuchó el rítmico "Woman del callao", y aquella canción que a muchos sorprendió en su momento por su alto contenido de denuncia social, "El Niágara en bicicleta".
El cantautor hizo hueco en su concierto también para la vocación religiosa y ejecutó "Para ti", una alabanza a Dios, "a quien debo toda gloria".
La bachata volvió a tomar el escenario con "Burbujas de amor", coreada por bailadores y espectadores, tras lo que siguió "La bilirrubina", uno de los éxitos más sonados en toda la carrera del artista dominicano.
Tras este tema, Guerra aprovechó para tomar unos minutos de descanso y dar paso a ejecuciones individuales de sus músicos que cumplieron con la misión de mantener el ambiente encendido.
El cantautor volvió a escena con "Las avispas", otro tema de contenido cristiano, para despedirse con "La travesía", aunque el clamor del público le hizo regresar con "Guavaberry", un homenaje al mestizaje dominicano.
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