Este artículo se publicó hace 16 años.
Jon Stewart hace gala de su humor en una ceremonia correcta
El maestro de ceremonias, el humorista Jon Stewart, salpicó la edición número 80 de los Óscar con su particular acidez en una ceremonia correcta y en las que los embarazos de varias celebridades o las elecciones de Estados Unidos, entre otros, fueron objeto de las bromas.
A pesar de los interminables números musicales y lo aburrido de algunos discursos de agradecimiento, el presentador del espacio de la cadena estadounidense de televisión "The Daily Show", llevó la gala de forma ágil, aunque las constantes retrospectivas denotaron el escaso tiempo que tuvieron los guionistas para preparar la ceremonia.
Sin embargo, Stewart, que echó toda la leña en el asador desde el primer momento, logró arrancar las risas del respetable en varias ocasiones con sus puntillosos comentarios.
"El Óscar cumple este año 80 años, por lo que es el candidato ideal para el Partido Republicano", bromeó.
"Si un negro o una mujer van a ser presidentes de EEUU eso quiere decir que un asteroide está a punto de impactar contra la Tierra", dijo en alusión a los demócratas Barack Obama y Hillary Clinton.
Además, y como no podía ser de otra manera, recordó la huelga de guionistas que paralizó la industria de Hollywood durante más de tres meses.
"Han sido tres meses muy crispados por el paro (...) así que esta noche bienvenidos al polvo de reconciliación", espetó Stewart al respetable, aunque también recordó las perdidas "económicas y emotivas" de la misma.
"La lucha ha terminado", subrayó rotundo Stewart, quien sugirió que se podría invitar a los guionistas a las fiestas posteriores a la entrega de premios para que "estén contentos. Se mezclarán con los demás, no se preocupen. Hay que mirar, ahora, más allá de los días oscuros".
La gala comenzó con un montaje futurista en el que aparecían vinculados a famosos elementos de sus cintas, conocidos actores, entre ellos el ex actor y ahora Gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, quien apareció subido a un camión.
Stewart también hizo referencia al alto contenido violento de las cintas candidatas a los premios e indicó que "menos mal, que hay una centrada en los embarazos juveniles", en referencia a "Juno".
A su vez, y sobre "Atonement", se mostró satisfecho con su contenido: "por fin una película que refleja la sexualidad del Yon Kipur (tradicional fiesta judía)".
La noche no sólo tuvo el toque español de Bardem, quien se dirigió a su madre en su idioma natal, sino que la británica Helen Mirren se permitió el lujo de decir la palabra "cojones", al presentar las características de los personajes encarnados por los interpretes en la categoría de Mejor Actor.
Las actrices embarazadas también fueron objeto de la ironía de Stewart quien decidió entregar el Óscar al Mejor Bebé.
Con las imágenes fijas de Nicole Kidman, Cate Blanchett y Jessica Alba, tal y como se hace a la hora de entregar los galardones, indicó que el premio iba a parar a manos de Angelina Jolie, de quien no tenía imagen.
En ese sentido, recordó que la actriz, quien ayer reveló que estaba embarazada de su segundo hijo natural con Brad Pitt, no había podido venir porque necesitaba a innumerables cuidadoras para hacerse cargo de sus cuatro hijos.
Los lloros también marcaron la noche como fue el caso de la francesa Marion Cotillard al llevarse el premio a la Mejor Actriz; de la ex bailarina de strip-tease Diablo Cody, guionista de "Juno" y que ganó el Óscar al mejor guión original, o el de Cynthia Wade y Vanessa Roth, vencedoras del Mejor Corto.
El legendario Jack Nicholson también fue objeto de las bromas de Stewart, quien hizo constante referencia a su fama de ligón.
En una ceremonia marcada por el hecho de que muchos de los ganadores eran europeos, también destacó la conexión vía satélite con algunos soldados estadounidenses en Bagdad, quien anunciaron el premio al Mejor Corto Documental y que fue a parar a "Freeheld".
Otro de los hechos destacados de la noche fue cuando, Stewart permitió salir, una segunda vez, a Marketa Irglova, premiada junto a Glen Hasard, por Mejor Canción, por "Falling Slowly", de la película "Once" ya que en fue cortada por la música al extenderse el primero.
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