Este artículo se publicó hace 15 años.
El jefe torturador del Jemer Rojo defiende la sinceridad de su arrepentimiento
El torturador del Jemer Rojo, Kaing Gueg Eav, defendió hoy la sinceridad de su "más profundo arrepentimiento" por los crímenes que se le imputan y su perdón a las víctimas ante el tribunal internacional que le juzga por crímenes contra la humanidad en relación al genocidio de Camboya.
"Mi arrepentimiento lo muestra la plena y sincera colaboración que mantengo con esta corte desde hace 10 años", dijo el acusado, apodado "Duch", al presentar los argumentos finales de la defensa.
Duch quiso responder así a la fiscalía, y las víctimas, que han puesto en duda la sinceridad de su arrepentimiento y le achacan no haber dicho toda la verdad ni haber asumido toda la responsabilidad en los hechos acontecidos en la prisión secreta de Tuol Sleng o S-21, que dirigió el acusado y por el cual pasaron al menos 12.273 personas antes de ser ejecutadas.
"Soy responsable, y lo seré siempre, de la muerte de las 12.273 personas", dijo Duch.
Tal como ha hecho en varias ocasiones desde el inicio del juicio en febrero, Duch volvió a pedir perdón a las "almas de las víctimas" y pidió a sus familiares que "me abran las puertas del perdón".
"Me he propuesto que se me vuelva a ver como parte de la humanidad", concluyó.
A pesar de ello, el ex oficial maoísta dedicó la mayor parte de su intervención a atribuir sus actos al miedo ante sus superiores y a la obligación que tenía de cumplir órdenes.
Para ello, Duch se remitió a las purgas internas en los años previos a la toma del poder por parte del Jemer Rojo en los que, según dijo, "la política del partido era matar a los enemigos".
"Hubo campesinos y militantes que fueron asesinados porque los líderes tenían sospechas sobre ellos o porque alguien les había incriminado en una confesión", indicó el reo, quien añadió que "en aquella época yo no tenía sentido crítico y, en cambio, sí tenía miedo a las purgas y a perder mi posición".
Duch al tribunal aseguró que el uso de la tortura era inevitable porque esa era la política decidida por el partido por dijo, en cambio, que las ejecuciones debían ser aprobadas por los mandos del partido, grupo del que el acusado se excluyó.
Kaing Guek Eav es el ex oficial de menor rango del Jemer Rojo que juzgará el tribunal internacional organizado por la ONU y Camboya tras largas y tortuosas negociaciones que comenzaron en 1997.
Casi 2 millones de camboyanos murieron a causa de la hambruna, enfermedades y las purgas políticas ordenadas por el régimen maoísta de Pol Pot entre 1975 y 1979.
Todavía deben ser juzgados Khieu Samphan, ex presidente de la República Democrática de Kampuchea; Nuon Chea, "hermano número dos" e ideólogo de la organización; Ieng Sary, ex ministro de Exteriores; y su esposa Ieng Thirit, ex titular de Asuntos Sociales.
Pol Pot murió en la jungla camboyana en 1998, cuando el Jemer Rojo estaba al borde de la desaparición por las deserciones y luchas internas.
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