Javier Marías en 1.500 páginas

Tu rostro mañana, la obra cumbre de Javier Marías, con más de 1.500 páginas y editada originariamente por Alfaguara en tres entregas, verá la luz la próxima semana en un solo volumen.

De esta forma se plasma lo que el escritor madrileño concibió como "una sola, grandiosa y monumental novela". Los tres volúmenes han vendido más de 450.000 ejemplares en el mundo y han sido traducidos a más de 30 idiomas, según datos de la propia editorial.

Javier Marías dedicó nueve años a poner punto y final a Tu rostro mañana, su mayor proyecto literario y que él mismo considera como su "mejor novela", "la más compleja y ambiciosa", y "con mayor hálito, impulso y fuerza" en sus páginas.

El escritor decidió dividir la novela en tres entregas por el deseo de su padre, el filósofo Julián Marías, fallecido en diciembre de 2005, y el de Sir Peter Russell, importante hispanista y gran amigo del escritor, que murió en 2006, de verse retratados en la narración.

Las avanzadas edades de ambos animaron al escritor a publicar la obra en varios volúmenes para que al menos pudieran ver impreso alguno de ellos.

En total, son más de 1.500 páginas protagonizadas por Jaime Deza (llamado también Jacques o Jacobo), un español que se va a Inglaterra para hacer más llevadera la separación de su mujer y allí es contratado por "un grupo sin nombre", dependiente del MI6, el servicio secreto británico.

Los reclutados por ese grupo poseen el raro "don" de ver en los otros y de conocer hoy cómo serán sus rostros mañana; son también capaces de saber hasta dónde pueden llegar las personas, si serán leales o traidores, si llegarán a matar.

La publicación de Tu rostro mañana coincide con la edición de la obra crítica Allí donde uno diría que ya no puede haber nada, preparada por los profesores Alexis Grohmann y Maarten Steenmeijer, y que recoge ensayos sobre la obra de Marías de otros autores como Félix de Azúa, Jordi Gracia o Elide Pittarello.

Además, la obra crítica incluye el discurso de ingreso de Javier Marías en la Real Academia Española y la contestación de Francisco Rico.