Este artículo se publicó hace 16 años.
Jaime de Armiñán regresa con una historia de mujeres en el mundo editorial
El veterano Jaime de Armiñán regresa a la dirección después de una larga ausencia con "14, Fabian Road", una historia con un protagonismo casi absoluto de las mujeres que se desarrolla en el mundo editorial y que se presenta hoy en la sección oficial del undécimo Festival de Cine Español de Málaga.
La escritora argentina Camila Ponte (Julieta Cardinali) está en la gira de promoción de su exitosa primera novela, acompañada por una directiva de la editorial (Cuca Escribano), y en uno de los actos se le acerca una mujer (Ana Torrent) que la conduce a un hotel regentado por Palmira (Ángela Molina) donde vivirá un singular secuestro sin petición de rescate ni fecha de liberación.
Armiñán escribió esta historia con protagonistas femeninas porque le gusta "trabajar con mujeres", según el director, que ha asegurado que por eso tiene siempre perras, "porque son más fieles, valientes y generosas que los machos, y en el género humano ocurre lo mismo".
El hecho de haber situado la película en el mundo editorial se debe a que le gustan los libros, sin los que no podría vivir, y las editoras, tanto las pequeñas, "que van ganando cliente a cliente, como las que son como fábricas de galletas".
La historia refleja asimismo el miedo de los escritores al papel o la pantalla en blanco, según Armiñán, que en este sentido ha recordado la andanada que Jardiel Poncela lanzó a un literato al que odiaba, del que dijo que era "el único escritor que se pone a escribir, no se le ocurre nada y sigue".
Considera que en la cinta se produce también "un juego entre las dos orillas del charco" representado por los acentos de Cardinali y Torrent, con "contrastes entre las dos formas de hablar que son casi dos idiomas".
Respecto a su prolongado alejamiento de la dirección, lo ha achacado a que estaba "cansado de hacer cine" y quería escribir, por lo que en este periodo escribió "un cuento de perros, cuatro novelas, una autobiografía y varios guiones que no salieron adelante".
Según Armiñán, tener un nombre "no es sinónimo de poder vivir", y es "muy difícil hacer cine", porque incluso tener un buen guión "no garantiza que se vaya a hacer".
Por su parte, Ana Torrent cree que ésta es una historia de "venganza" y en su personaje, "más que maldad, hay un encantamiento, porque tiene mucha curiosidad por saber cómo es Camila Ponte y siente una atracción por ella".
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