Este artículo se publicó hace 15 años.
Irán ralentizó la producción de uranio enriquecido, según el Organismo Internacional de Energía Atómica
Irán ha ralentizado el ritmo de producción de uranio enriquecido por primera vez en años, aunque el objetivo final de sus esfuerzos atómicos sigue siendo dudoso, indicó hoy en Viena el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), en su último informe.
El documento, de naturaleza restringida y al que tuvo acceso Efe, indica que desde el pasado junio el número de centrifugadoras de gas en activo que producen uranio enriquecido se ha reducido en 328 unidades.
"Es la primera vez que vemos una reducción", indicó un alto oficial del OIEA bajo la condición de anonimato.
Pese a que el número de máquinas en funcionamiento ha bajado, Irán ha seguido instalando nuevas centrifugadoras, hasta sumar 8.308, casi 1.000 más de las que tenía en junio.
En total, el programa nuclear de los ayatollás ha sido capaz de procesar hasta la fecha más de 1.500 kilos de uranio enriquecido de baja pureza, no válido para servir de combustible a un arma nuclear.
Sin embargo, desde el OIEA no se quiso interpretar en ningún sentido ese parón en el ritmo de los experimentos atómicos iraníes.
Lo que sí dejó claro el organismo atómico de Naciones Unidas es que la naturaleza del programa nuclear iraní sigue sin estar clara.
"Hay una serie de asuntos pendientes que levantan la preocupación y que necesitan ser aclarados para descartar la existencia de una posible dimensión en el programa nuclear iraní", reza el informe.
Por eso, el documento, redactado por el saliente director general del OIEA, Mohamed El Baradei, indicó que es preciso que Irán aumente su grado de cooperación "para clarificar y dar por cerradas cuestiones" relacionadas sobre todo con experimentos y documentación en poder de Irán y que pueden tener una vinculación militar.
Además, el informe recordó la importancia de que Teherán aplique el Protocolo Adicional, un acuerdo que amplia las posibilidades del OIEA de inspeccionar instalaciones iraníes, para que "el OIEA esté en posición de facilitar seguridad sobre la ausencia de materiales o actividades no declaradas en Irán".
Desde el OIEA sí se reconoció que Irán ha seguido permitiendo inspecciones a las instalaciones nucleares de Natanz y Arak, donde el organismo dispone de cámaras de vigilancia y otros mecanismos de control.
En cualquier caso, las fuentes del organismo consultadas por Efe indicaron que no es posible saber si esa actitud "es una nueva forma de tratar" con el OIEA.
"No sé si la situación política en Irán tiene algo que ver, pero ha habido contactos", comentó la citada fuente respecto a la mejora de la cooperación técnica con Teherán.
El Organismo Internacional de Energía Atómica lleva ya casi siete años tratando de verificar si el programa nuclear iraní tiene una naturaleza puramente civil, como asegura Teherán, o si esconde una dimensión militar, como temen Estados Unidos y la Unión Europea.
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