Este artículo se publicó hace 15 años.
Investigan los motivos de la matanza de Alabama
Las autoridades que intentan descifrar las razones que llevaron a un hombre a disparar y matar a 10 personas en el peor ataque de este tipo en la historia de Alabama se concentraban en los rencores que el agresor podía haber albergado.
Michael McLendon mató el martes a su madre, abuela, un tío y dos primos, así como también a la esposa de un subcomisario de policía y a su hija de 18 meses en un ataque que parecía haber sido planeado.
En su dormitorio, las autoridades encontraron tres listas que incluían detalles sobre gente que lo había agraviado. Aunque ninguno de los fallecidos se encontraba en las listas, éstas dieron pistas sobre su estado mental.
"Tú asesinas a la gente que quieres que muera, y matas primero a los que más quieres ver muertos", dijo Gary McAliley, fiscal de distrito en Coffee County, donde comenzó el ataque.
"Si tienes una rencilla que cobrar haces una lista de la gente que quieres que muera antes", dijo McAliley, agregando que las tres listas no representan objetivos, sino que más bien sugerían que McLendon albergaba rencores.
En el primer lugar de una de las listas, McLendon escribió sobre una ofensa realizada por alguien en el trabajo que había dejado la semana anterior y que lo había acusado de no usar tapones para los oídos.
El hombre de 28 años, que vivía con su madre, se armó con dos rifles militares de asalto, un revólver y una escopeta durante el tiroteo, que comenzó en Kinston, en el sureste de Alabama. McLendon disparó más de 200 balas. Además de los miembros de su familia, McLendon también dio muerte a la esposa de un subcomisario de policía y a su hija de 18 meses mientras visitaban a familiares.
El bebé de cuatro meses de la mujer resultó herido junto a cinco personas más.
Otras tres personas, entre ellas un conductor en una gasolinera, murieron mientras McLendon conducía en las cercanías de Samson, aparentemente disparando al azar.
"MUCHACHO AGRADABLE Y TRANQUILO"
Robert Preachers, forense en el vecino condado Coffee, dijo que conocía a la mayoría de las víctimas, incluyendo al asesino. El área, que limita con Florida, está dedicada principalmente a la agricultura y allí viven muchas familias de bajos ingresos.
"Él (McLenden) era un muchacho agradable y tranquilo, sin problemas", explicó Preachers. Cuando se le preguntó sobre las razones de la matanza, dijo: "Se las llevó consigo a la tumba".
El episodio terminó en una persecución de coches y un tiroteo en Geneva, la principal ciudad del condado a unos 20 kilómetros de distancia.
Describiendo la persecución, Melton dijo que "el oficial Ricky Morgan chocó su auto para desviarlo y recibió una lluvia de balas (...) Una bala rozó el hombro del jefe de policía Frankie Lindsey".
Un policía en Geneva dijo que el atacante "disparó contra varios vehículos en la autopista y luego contra (las tiendas de) Wal-Mart y Piggly Wiggly", un almacen de comestibles.
McLenden mató también a los perros de la familia, dijo el forense Preachers.
"La mató a ella (a su madre Lisa) y a sus perros. Les disparó en la cabeza. Luego los amontonó y gaseó (los roció con gasolina y les prendió fuego). Puso a los perros junto a ella", explicó.
Los tiroteos masivos se han convertido en eventos de la vida cotidiana en Estados Unidos.
Es muy fácil comprar armas en Estados Unidos, un país que se enorgullece del derecho a tener armas para defensa propia y practicar la cacería.
/Por Mark Wallheiser/
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