Este artículo se publicó hace 15 años.
La inmigración ocupa las conversaciones del Rey y los dirigentes de Malta
La inmigración ilegal, uno de los problemas que más afectan a España y Malta, fue una de las principales cuestiones que centraron hoy las conversaciones del rey Juan Carlos I con el presidente, el primer ministro y el líder de la oposición del archipiélago mediterráneo.
En este segundo y último día de la visita de Estado del rey de España a Malta, los dos países concretaron siete acuerdos sobre cultura, educación, ciencia, transporte marítimo o patrimonio, con los que incrementar la colaboración de dos naciones con intereses y un pasado común, que se volvieron a reencontrar hace cinco años cuando las islas mediterráneas se incorporaron a la Unión Europea.
La estancia de don Juan Carlos en Malta, calificada de "histórica" por el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, sirvió para acercar posturas sobre uno de los asuntos que más preocupan a las dos naciones, como es la inmigración.
El jefe de la diplomacia española hizo público durante la visita del monarca que España apoyará la candidatura de Malta -que disputa con Chipre y Bulgaria- para ser la sede de la Agencia Europea de Asilo a los inmigrantes, que unificará los criterios para dar una respuesta eficaz de los miembros de la Unión a ese colectivo.
Según dijo el primer ministro maltés, Lawrence Gonzi, en su encuentro con don Juan Carlos, Malta y España son las dos puertas de entrada de los inmigrantes a Europa.
Además y en contrapartida, Malta apoyará la idea que España presentará en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de celebrar una Conferencia Internacional sobre Somalia.
Se da la circunstancia de que el 50 por ciento de los inmigrantes que llegan a Malta proceden de Somalia y Eritrea.
En las conversaciones mantenidas hoy se abordó también una de las peticiones que hizo el presidente maltés, George Abela, en la cena que ofreció ayer en honor del Rey de que Madrid instale en Malta una sede del Instituto Cervantes.
Miguel Ángel Moratinos apuntó que el objetivo de España es que antes de finales de 2012 todas las capitales europeas tengan una sede de esa institución, aunque se podría demorar en algunos casos por la actual coyuntura económica, puntualizó.
En las encuentros mantenidos por el rey se habló también de los intereses de los países del sur en la nueva Europa y del papel que Estados mediterráneos pueden desempeñar en asuntos como el proceso de Paz en Oriente Medio.
Don Juan Carlos asistió a un recepción ofrecida por Gonzi, en donde pudo ver el documento por el que Carlos I de España y V de Alemania cedió Malta a los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén en el siglo XVI, a cambio de que anualmente el día de Todos los Santos entregasen a la Corona española un halcón, en señal de fidelidad.
La mayoría de los majestuosos edificios de la capital amurallada de Malta, la Valeta, fueron construidos por los Caballeros de la orden de San Juan, que hoy alojan a los principales organismos malteses, como es el caso de la residencia del primer ministro, conocida como el Albergue de Castilla, el Palacio Presidencial o de los Grandes maestres, o la cocatedral de San Juan.
El rey de España tuvo tiempo de acercarse, acompañado del primer ministro, a los jardines de Barraka, desde donde se aprecia una de las mejores vistas de Malta, sus murallas y su puerto desde La Valeta, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El presidente maltés y las principales autoridades despidieron con honores a don Juan Carlos en la explanada del Palacio, en el centro de la zona peatonal de la capital, desde donde la delegación española se dirigió al aeropuerto internacional para emprender el regreso a Madrid.
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