Iñigo Cabacas La chica que asistió a Cabacas cuando recibió el pelotazo de la Ertzaintza: "Tenían una actitud como si estuviesen fusilándonos"
La joven, junto a otros testigos de los hechos, niegan que la intervención de los agentes estuviera justificada. Describe un "ambiente de fiesta" que se convirtió en "un infierno" cuando llegó la Ertzaintza y critica que fue amenazada por un agente para que se alejara del fallecido cuando intentaba asistirle.
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bilbao, Actualizado:
La llegada de los agentes de la policía autonómica vasca "convirtió una zona de fiesta y de pasarlo bien, en un infierno" porque "ahí no pasaba nada", ha asegurado con rotundidad una joven catalana que el 5 de abril de 2012 estaba en Bilbao pasando unos días con su novio y que asistió cuando cayó herido a Iñigo Cabacas, el joven vasco que perdió la vida por el impacto de una pelota de goma en la cabeza.
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Los testigos que se encontraban junto a Cabacas cuando fue alcanzado por el pelotazo disparado por la Ertzaintza no encuentran explicación a la carga policial de aquella noche, en medio de un "en un ambiente festivo" tras la victoria del Athletic de Bilbao.
En la segunda sesión del juicio en la Audiencia de Bizkaia contra seis miembros de la Ertzaintza por el homicidio del joven hincha del Athletic, han testificado siete personas que celebraran la victoria del equipo vasco frente al Schalke 04 en los bares del callejón de la calle María Díaz de Haro y todos han rechazado que en el lugar se hubiera producido una pelea multitudinaria que justificara la llegada de efectivos policiales.
"Una pelea de dos borrachos"
"Había buen ambiente, de celebración", han coincidido y solo algunos se percataron de lo que la joven catalana ha calificado como "dos hostias" y su novio como "una pelea de dos borrachos", que no tuvo ninguna trascendencia.
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"No fue justificado que los ertzainas comenzaran a cargar"
"No fue justificado que los ertzainas comenzaran a cargar" y que dispararan "de manera indiscriminada" y "a todo lo que se movía porque entraron a hacer daño, daba igual que fuese gente joven o mayor", han contado los amigos que estaban con la víctima, uno de los cuales también recibió el impacto de una pelota de goma en un glúteo.
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La chica catalana ha contado que los ertzainas se colocaron en línea recta y apuntaron para disparar de frente hacia la plazoleta y por ello, ha manifestado: "Tenían una actitud como si estuviesen fusilándonos".
Ha relatado que sonaron alrededor de 20 detonaciones y que al ver a Íñigo en el suelo, acudió a socorrerle mientras continuaba el lanzamiento de pelotas de goma. Intentó taponar el fuerte impacto que tenía el joven en la parte posterior de la cabeza, con un coágulo de sangre "del tamaño de un puño", mientras sangraba de un oído y convulsionaba, cuando un agente le tiró del brazo y le exigió que le dejara.
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"¿Cómo se puede exigir y amenazar a una persona para que deje de atender a un herido?", ha contado entre sollozos y muy afectada al recordar la escena.
Ningún grupo de jóvenes encapuchados
Estos testigos han señalado que no vieron ningún grupo organizado de jóvenes encapuchados que arrojaran botellines y piedras a los agentes, como aseguraron los seis ertzainas acusados de homicidio (un oficial, dos suboficiales y tres agentes de base), si bien alguno sí ha descrito que algunas personas de manera aislada arrojaron botellines.
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"Me hubiera gustado que los acusados hubieran estado hoy en la sala", ha dicho el padre de Cabacas
Por el contrario, el conductor de un autobús que pasaba frente al lugar de los hechos cuando se produjeron los incidentes ha indicado que desde el callejón arrojaron "zambombazos" que impactaron contra su vehículo, que viajaba vacío, y que vio a ertzainas preparados con escopetas de pelotas de goma "para repeler esa agresión".
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Al término de la vista, los padres de la víctima ha contado que ayer dos de los acusados les expresaron su dolor por lo ocurrido. Según ha afirmado Fina, la madre del fallecido, "nos pidieron perdón" y dijeron "que aquello no tenía que haber pasado, que a ellos se lo ordenaron y que ellos también tienen hijos".
El padre del joven, Manu Cabacas, ha explicado que hoy ha roto a llorar "por el dolor de escuchar a los testigos cómo ocurrieron los hechos y me hubiera gustado que los seis acusados hubieran estado" en la sala, ya que los agentes no han asistido a esta segunda sesión del juicio.