Este artículo se publicó hace 14 años.
Un informe pide investigar la nanotecnología para alimentos
La falta de investigaciones científicas sobre el uso de nanotecnología en la comida hace que las autoridades de seguridad alimentaria no sean capaces de regular adecuadamente los productos que puedan ser beneficiosos o dañinos, señaló el viernes un comité científico británico.
El Comité de Ciencia y Tecnología de la cámara alta del Parlamento británico indicó en un comunicado que es probable que el uso de nanopartículas en los alimentos y los envases de comida aumentase de forma drástica en la próxima década, pero que se sabe demasiado poco sobre su seguridad.
"La tecnología tiene el potencial de ofrecer algunos beneficios significativos a los consumidores, pero es importante que ahora se realice una detallada y exhaustiva investigación sobre las posibles implicaciones de salud y seguridad (...) para asegurar que se identifica cualquier posible riesgo", indicó Lord Krebs, presidente del Comité y encargado de presentar el informe.
La nanotecnología se encarga del diseño y manipulación de materiales miles de veces más pequeños que el grueso de un cabello humano, llamados nanopartículas.
Esta tecnología ha sido alabada como una nueva forma de hacer materiales más fuertes y ligeros, mejores cosméticos y comida más sabrosa y sana. Sin embargo, el informe del viernes señala que la escasez de investigación científica al respecto en todo el mundo implica que sus posibles riesgos y beneficios en la comida siguen siendo desconocidos en su mayor parte.
SECTOR EN CRECIMIENTO
Según Krebs, cuyo comité recibió información de productores alimentarios, reguladores y expertos científicos de todo el mundo, el mercado mundial de nanotecnología para comida valía unos 410 millones de dólares (280 millones de euros) en 2006, y se espera que crezca hasta los 5.600 millones en 2012.
"Estamos en la cúspide de un crecimiento posiblemente explosivo, en esta nueva aproximación a la fabricación y procesamiento de la comida", indicó en una rueda de prensa.
Hay al menos 600 productos con nanomateriales en el mercado, pero, aproximadamente, sólo el 80 por ciento de ellos son alimentos o están relacionados con los alimentos, y de ellos sólo dos están disponibles en Reino Unido.
El informe pide nuevas normas que insten a las empresas alimentarias a informar a los reguladores sobre cualquier trabajo que estén haciendo con nanopartículas para comida y que se habilite un registro público voluntario de productos y envases alimenticios que contengan nanomateriales.
Krebs afirmó que la industria alimentaria, tanto en Reino Unido como en el resto del mundo, está siendo "bastante oscura" sobre cualquier trabajo en el que emplean nanotecnología para sus productos o para el envasado, un comportamiento que describió como "exactamente la actitud equivocada".
Stephen Holgate, profesor clínico de inmunofarmacología de la Universidad de Southampton, que asesoró al comité, señaló que algunos estudios sugieren que las nanopartículas se comportan de forma distinta a las más grandes en el cuerpo.
"Hasta ahora, la mayoría de la investigación (...) ha mostrado que estas partículas pueden penetrar barreras y entrar en el sistema, y pueden hallar su camino al hígado, al riñón e incluso al cerebro", dijo a los periodistas. "Sabiendo eso, ahora necesitamos concentrarnos de verdad en descubrir cuáles son sus efectos".
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