Este artículo se publicó hace 15 años.
Una hormona podría predecir la depresión posparto
Los niveles de una hormona que prepara a las embarazadas para la tensión que implica el nacimiento de un hijo sería la clave de por qué algunas mujeres sufren depresión posparto, indicaron investigadores en Estados Unidos.
En un estudio con 100 mujeres, expertos de la Universidad de California en Irvine revelaron que 12 de cada 16 mujeres que tenían depresión posparto también presentaban niveles elevados de una hormona que circula en la placenta durante el embarazo.
La hormona liberadora de corticotropina (CRH por sus siglas en inglés) suele ser producida en cantidades pequeñas por el hipotálamo, como respuesta al estrés.
En las mujeres embarazadas, la placenta genera 100 veces más CRH de lo que produce normalmente el hipotálamo. La hormona se ha apodado el "reloj de la placenta" porque se piensa que prepara al cuerpo de la mujer para el parto, indicó la psicóloga Ilona Yim, quien trabajó en el estudio.
Los niveles de CRH y otras hormonas caen después de que la madre da a luz, lo que Yim explicó que genera una "retracción" hormonal que puede crear gran confusión en el sistema endocrino.
La CRH genera una serie de reacciones en las glándulas pituitaria y adrenal que culmina en un aumento de la producción de hormonas del estrés, como el cortisol.
Investigaciones previas han sugerido que la respuesta exagerada al estrés juega un papel importante en la enfermedad cardíaca, el Alzheimer y los desórdenes autoinmunes. Las hormonas del estrés producidas por un sistema endocrino disfuncional también causarían problemas mentales.
La depresión posparto aparece en aquellas mujeres que experimentan los mayores cambios en los niveles hormonales, reveló Yim. Las embarazadas que tenían niveles altos de CRH a las 25 semanas de embarazo eran más propensas a experimentar depresión posparto.
"Este es el primer estudio que relaciona a la CRH con la depresión posparto. Esto tiene consecuencias para entender este desorden", añadió la experta, quien señaló que los resultados deben ser comprobados a mayor escala.
La depresión posparto afecta a una de cada cinco mujeres entre las cuatro y las seis semanas posteriores al nacimiento del bebé y el 7 por ciento de las nuevas madres padecen una depresión importante.
Si no se tratan, las mujeres pueden sentirse tan abatidas como para intentar suicidarse o causar algún daño o rechazo a sus hijos.
Episodios previos de depresión, falta de respaldo social, baja autoestima y un embarazo estresante son algunos de los factores que aumentan las probabilidades de desarrollar depresión posparto, según el estudio publicado en Archives of General Psychiatry.
El informe sugiere que controles sanguíneos de rutina, que coincidirían con un test prenatal habitual para controlar la diabetes, podrían determinar los niveles de la hormona cerca de las 25 semanas de gestación, para así identificar a las mujeres en riesgo.
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