Este artículo se publicó hace 14 años.
La hormona de crecimiento para niños no causaría cáncer
A pesar de la preocupación deque la terapia con hormona de crecimiento para los niños podríaelevar el riesgo de cáncer, un nuevo estudio no identificóevidencias claras que confirmen la relación, por lo menos en elcorto plazo.
Los resultados, publicados en Journal of Pediatrics, surgende una base de datos internacional que la compañía farmacéuticaPfizer Inc. creó en 1987 para controlar la seguridad de largoplazo de la terapia con hormona de crecimiento en niños conalteraciones del desarrollo.
Pfizer fabrica Genotropin, una forma sintética de lahormona de crecimiento humana aprobada para tratar la estaturabaja por varias causas, como deficiencia de la hormona ytrastornos genéticos conocidos como síndromes de Turner y dePrader-Willi.
Ensayos de laboratorio sugirieron que la forma natural dela hormona utilizada en la terapia y una hormona relacionadallamada factor de crecimiento insulínico tipo 1, promoverían elcrecimiento y la diseminación de las células del cáncer.
Un estudio en el 2002 identificó dos casos de cáncer decolon, una cantidad más alta que la esperada, en un grupo deadultos jóvenes que habían recibido hormona de crecimientoantes de 1985, cuando aún se utilizaba hormona cadavérica.Desde entonces, los médicos indicaron una versión sintética.
En el nuevo estudio, los autores hallaron que 32 de los58.603 niños y adolescentes registrados en la base de datos dePfizer entre 1987 y el 2008 desarrollaron cáncer.
Esa cifra fue similar a los 25 casos de cáncer que podríanesperarse en la población pediátrica general, según el equipodel doctor Patrick Wilton, de Pfizer.
Los cánceres más comunes en el grupo de estudio fueron decerebro y médula: nueve niños desarrollaron uno de esoscánceres, a diferencia de los cuatro esperados.
Pero tres de esos casos extra, dijeron los investigadores,probablemente ya estaban presentes en el momento en que losniños fueron incluidos en la base de datos y pudieron estarasociados con enfermedades subyacentes en lugar del tratamientoen sí.
También hubo tres casos de cáncer testicular, por encimadel 1,2 esperado. Pero dos de esos varones habían nacido contestículos no descendidos, un factor de riesgo de este tipo decáncer.
En cuanto a la leucemia, uno de los cánceres pediátricosmás comunes, la tasa fue levemente superior que la normal: trescasos contra seis esperados.
La incidencia del cáncer no aumentó en el tiempo, algo quehubiera ocurrido si la terapia con hormona de crecimientocausara tumores en algunos niños.
De los 32 cánceres registrados en el estudio, 17 sediagnosticaron durante los dos años posteriores a la inclusiónde los niños en la base de datos, 11 aparecieron durante losdos a cinco años posteriores y los cuatro restantes, entre loscinco y 10 años posteriores.
El seguimiento promedio de los niños registrados nosuperaba los cuatro años al momento del análisis. De modo quees difícil sacar conclusiones sobre los riesgos de desarrollarcáncer en el largo plazo debido al uso de la hormona decrecimiento.
El equipo destacó también que cualquier "evaluación amplia"del riesgo de cáncer debería incluir un seguimiento de expacientes tras suspender la terapia. Pero todavía no existe uncontrol sistemático de los pacientes luego de que abandonan labase de datos de Pfizer.
FUENTE: Journal of Pediatrics, online 19 de abril del2010.
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